A través de un proyecto educativo, los alumnos de quinto año del Instituto Belisario Roldán crearon su propio emprendimiento sustentable. Reciclaron rodados usados, los convirtieron en bicicletas dobles y ahora las alquilan para que la gente realice ciclismo recreativo en espacios públicos de Canals.

A partir de este emprendimiento, los estudiantes ofrecen a las vecinas y vecinos la posibilidad de pasear por la localidad en estas atractivas bicicletas dobles y disfrutar de un momento diferente durante los fines de semana y días feriados. Así, el proyecto educativo se transformó en un emprendimiento escolar que es administrado por los propios estudiantes del Instituto Belisario Roldán.

A partir de esta iniciativa, los conocimientos adquiridos en el aula se abordan de otra manera y rápidamente se trasladan a la vida cotidiana, en donde los estudiantes de quinto año tienen la responsabilidad y el desafío de administrar el emprendimiento que crearon y en cuya idea vienen trabajando desde comienzos del mes de abril.

Los jóvenes son guiados y coordinados por las profesoras Mirta Derencia, docente de Gestión, y Gabriela Ahumada, responsable de la materia Formación para la Vida y el Trabajo del Instituto Belisario Roldán de Canals.

Innovación educativa

En diálogo con CÓRDOBA HOY, las profesoras comentaron que la idea es que los estudiantes aprendan a emprender y administrar un proyecto de negocio. “La propuesta busca que los estudiantes desarrollen actitudes para el emprendimiento y ellos vayan definiendo sus roles, comprendiendo las formas de desenvolverse, aprendiendo cómo distribuir tareas, etc.”, contó Gabriela Ahumada.

Destacó que esta iniciativa educativa innovadora “contempla todos los pasos, desde la organización, el desarrollo, la producción y la finalización. Se establece semana a semana cuáles son las actividades a realizar”. Además, señaló que a partir de estas acciones los estudiantes comenzaron a vincularse con instituciones, autoridades y empresas de la localidad.

Mirta Derencia, recordó que esta actividad surgió a partir de una convocatoria de proyectos “Aprender a emprender” de la Fundación Junior Achivment, una de las ONG más grandes del mundo que impulsa propuestas de aprendizaje activo en educación financiera, trabajo y emprendimiento, destinada a los jóvenes para que sean protagonistas de su futuro.

En este marco, docentes y estudiantes del quinto año comenzaron a trabajar en la puesta en marcha de un proyecto emprendedor.

El proyecto comenzó a rodar

Catalina Oliva, directora general del emprendimiento, dijo que la Fundación les envió un manual teórico con toda la explicación de los requerimientos del proyecto y un organigrama. En este sentido, destacó que uno de los requisitos era que el emprendimiento generara un triple impacto en la comunidad: social, económico y ambiental.

Contó que, tras realizar una lluvia de ideas y productos que podían ofrecer, finalmente se inclinaron por las bicicletas dobles. “Analizamos los pros y los contras del proyecto a partir de una encuesta a los vecinos. Esto nos permitió analizar el mercado”, explicó Ludmila Hermann, vicepresidenta del emprendimiento.

Una vez definida la propuesta, los estudiantes recolectaron las bicis, muchas de ellas donadas por los vecinos, y con la ayuda de algunos padres las fueron ensamblando para crear las bicis dobles. En esta tarea, también contaron con la colaboración de Ángel Becher, histórico preceptor de la institución educativa, quien ya está jubilado, pero sigue vinculado al colegio y siempre da una mano. Y también tuvieron el apoyo de la Municipalidad de Canals que les cedió un lugar en unos de los galpones del renovado predio del ferrocarril para poder instalar el taller donde realizaron el armado de las bicicletas. 

Después de construir las 8 bicicletas dobles (4 chicas y 4 grandes), los jóvenes presentaron el emprendimiento en la escuela y también en la comunidad en general, a partir de entrevistas en diferentes medios de comunicación y la difusión en sus redes sociales.

Victoria Quiroga, quien integra el departamento de marketing, detalló que el emprendimiento tiene sus propias redes sociales con perfiles en Instagram y Facebook. Indicó que han establecido un plan de trabajo y se han distribuido las tareas. “En la semana nos dividimos los días y cada uno debe ir realizando las publicaciones para dar a conocer en las redes sociales lo que vamos haciendo”, detalló.

Vecinos accionistas

Francisco Lago, gerente de finanzas de Eco Bike, explicó que el capital social inicial para poner en marcha el emprendimiento fue a través del aporte de vecinos de Canals que se transformaron en accionistas del emprendimiento. Para tales fines, los estudiantes generaron 184 acciones a un valor de $500 con lo cual consiguieron el dinero para producir las bicis dobles.

Ahora el desafío es que el emprendimiento comience a dar frutos y genere ganancias para poder devolver la inversión a los accionistas y, si es la propuesta resulta exitosa, darle participación en las ganancias.

La propuesta concluye cuando finaliza el ciclo lectivo en el mes de noviembre, por lo que quienes inviertan tendrán, a ese término, las ganancias correspondientes.

Primeras pedaleadas: debut exitoso

El pasado fin de semana, los estudiantes comenzaron a brindar el servicio de alquiler de las bicis dobles y manifestaron que el balance fue muy positivo. “Logramos hacer 53 turnos el primer día a un valor de $200 por bici y 59 turnos en el segundo, utilizando el 70% de la capacidad. Por lo tanto, estamos en muy buenos niveles respecto a lo planificado”, destacó Francisco Lago.

Los integrantes de Eco Bike informaron que el servicio de alquiler lo realizan todos los sábados y domingos, como así también los feriados, a partir de las 14 horas en el predio del ferrocarril. Además, manifestaron que no descartan ir rotando de lugar o sumar algún otro espacio. En caso de ser así lo informarán en sus redes sociales.

Gabriela Ahumada dijo que, si todo va bien con este proyecto, los estudiantes podrían darle continuidad de manera autónoma.

Los estudiantes aseguran que con Eco Bike generan un impacto social, económico y ambiental positivo en la comunidad. Los accionistas obtienen ganancias a través de los ingresos generados por el alquiler de los rodados, la gente disfruta de una actividad recreativa distinta, y a la vez, se promueve el uso de la bicicleta que aporta beneficios a la salud de las personas y es más amigable con el medio ambiente.

De la teoría a la práctica, del aula a la vida cotidiana, los estudiantes aprenden a emprender a partir de la puesta en marcha de un proyecto innovador, colectivo y sustentable.

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