Los productores ganaderos están en una situación crítica por el bajo nivel de precipitaciones que hubo durante el año. La falta de pasto, la escasez forrajes naturales y el agotamiento de las reservas complican la alimentación de los animales.

El sector ganadero atraviesa momentos difíciles intentando sortear las condiciones que les está imponiendo el clima y las complicaciones que le genera para el desarrollo de esquemas ganaderos que garanticen el normal funcionamiento de la actividad.

Según Omar Barlasina, productor ganadero e integrante de la Sociedad Rural de Río Cuarto, la sequía los está poniendo contra la pared y los obliga a llevar adelante medidas atípicas como liquidar hacienda en momentos en los que no debería hacerlo por la falta de engorde o bien, utilizar raciones de alimento que están destinadas para otro momento.

“Es una sequía que ha pegado bastante duro porque si bien hubo registros de lluvias en los últimos días, no han sido tan importantes en la región sur donde está la mayor cantidad de vacas con crías”, expresó.

Por otra parte, remarcó que como la sequía ha sido tan larga, “se han agotado todas las reservas posibles. Se agotan los rollos, picado, etc.”, expresó con preocupación.

Aseguró que, ante esta situación, surge otro problema que tiene que ver con la falta de pasto y forrajes naturales para garantizar una buena alimentación de la vaca que tiene que criar a su ternero y volver a celar.

Sobre este punto explicó que “al haber poco pasto, la vaca quede cría y ante una nueva época de servicio en debe volverá celar tiene que estar bien alimentada para adquirir un buen estado”. Agregó que como esa hacienda ya viene con un estado bastante complicado será necesario “empezar a utilizar herramientas que hay en ganadería como el destete precoz y otras cosas para ver cómo hacemos para que la vaca vuelva preñar”, afirmó.

En este sentido, las ecuaciones y su resultado final, resultan preocupantes, ya que un importante caudal de hacienda no se encontraría cubierto de aquí a fin de año, sobre todo, analizando que estamos en épocas de parición y cría. Por tal motivo, Barlasina anticipó que esta situación seguramente traerá una disminución de la cantidad de terneros para la próxima zafra.

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“Cuando combinas la sequía, los valores de precios estables y merma en la cantidad de carne que se exporta es casi una tormenta perfecta para la ganadería”

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Sobre cuáles son las alternativas que tiene el productor para salir de este esquema que lo pone contra la pared, Omar Barlasina dijo que el margen de maniobra es muy chico y no queda otra que “hacer buenos planteos ganaderos, buen uso de las reservas y esperar las lluvias”.

Obligados a vender

Señaló que a raíz de la sequía y de los costos de la alimentación, tanto el maíz como el resto de los complementos que se necesitan para la alimentación, el productor está liquidando la hacienda gorda porque el costo es más alto y se pierde plata por cada ternero que está en un feedlot.

Según un informe elaborado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), la sequía provocó un mayor faenado de ganado. De acuerdo con dicho estudio, la sequía provocó que en los últimos meses aumentara la faena al compararlo con igual período del año pasado.

Se estima que, aproximadamente, casi el 80% de la población ganadera se encuentra perjudicada por la falta de lluvias y la escasez en el alimento, lo cual lleva a que los novillos gordos sean vendidos con menor conformación y a valores depreciados.

Según el presidente de la Cámara de la Industria de la Carne (Ciccra), Miguel Schiariti, los precios no se mueven producto de una constante oferta y de la necesidad del productor de salir de los campos con la hacienda porque la sequía se agrava día a día.

Sin embargo, Omar Barlasina es optimista en que esta situación derivará en una recuperación del precio de la hacienda porque hace seis meses que el valor no sube.

En este contexto adverso, sostuvo que el productor ganadero que está ordenado siempre tiene previsto algún recurso. El que tiene hacienda gorda irá manejándose con el stock de comida que tenga para darle en el feedlot y analizando si vende o no. Mientras que, en el caso de la ganadería de cría, “normalmente esto deriva en un anticipo de la venta de su ternero o empieza a sacar la vaca vieja que es la que más sufre. En definitiva, cada uno va haciendo su pequeño esquema como para sobrellevar la situación”.

Esto refleja que la sequía es la que está poniendo contra la pared a los productores y la que está complicando los esquemas ganaderos de la provincia de Córdoba y de gran parte del país.

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