“En general la semana anterior llovió entre 25 y 35 mm en la región, que es una lluvia que genera poca recarga de suelo, ni pensar en recarga de napas. En algunos campos, tuvieron que alargar las perforaciones de los molinos porque no llegan a chupar agua de las primeras napas”, afirmó el ingeniero agrónomo José Marcelino.

Las lluvias que se dieron entre los días 10 y 14 de noviembre en la región pampeana no fueron suficientes para recomponer las reservas de humedad del suelo. Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el déficit está alrededor de 140 a 180 milímetros para esta región, si tenemos en cuenta que la semana anterior llovieron en distintos departamentos de la provincia de Córdoba entre 30 y 80 milímetros, los registros siguen por debajo del ideal.

El ingeniero agrónomo José Marcelino, en diálogo con CÓRDOBA HOY comentó que hay algunos lotes sembrados de maíz de primera y agregó que las últimas lluvias permitieron que se esté sembrando soja a buen ritmo, pero que, en una semana, el suelo estará seco de nuevo y se aguardará por nuevas lluvias: “En general llovió entre 25 y 35 mm en la región, que es una lluvia que genera poca recarga de suelo, ni pensar en recarga de napas. En algunos campos, tuvieron que alargar las perforaciones de los molinos porque no llegan a chupar agua de las primeras napas”.

El entrevistado explicó que no solo se necesitan nuevas lluvias para que el agua llegue a las napas: “Si cayeran 600 milímetros este año en una sola lluvia, tampoco iría a la napa. La recarga de napas es un proceso lento que requiere una secuencia de abundantes lluvias que no encharquen, porque se pierde el agua. Necesitaríamos lluvias de 50 milímetros que fueran en parte absorbida por los cultivos y parte se filtren por las napas. Hay que tener en cuenta que las napas están a un mínimo de 4 o 5 metros de profundidad. Depende también el tipo de suelo la posibilidad de absorción del agua”, sostuvo Marcelino.

El Servicio Meteorológico Nacional pronostica lluvias para el próximo fin de semana. Productores esperan con los brazos abiertos la concreción de esa posibilidad, ante el déficit de humedad de los suelos.

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