El último informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) muestra que casi dos tercios de la renta agrícola quedan en manos del Estado a través de diversos impuestos. Las provincias presentan variaciones en este impacto, con Córdoba registrando un 62% de participación estatal en la renta, mientras que Buenos Aires alcanza el 58,4%.
El informe trimestral de FADA reveló que de cada $100 de renta agrícola, $61,5 quedan en impuestos, distribuidos entre los diferentes niveles de gobierno. Nicolle Pisani Claro, Economista Jefe de FADA, explicó: “La renta es lo que le queda al productor cuando a los ingresos se le restan los costos de producir, sobre eso que le queda, el Estado se lleva casi dos tercios”.
El desglose de los impuestos muestra que el 64,5% son nacionales no coparticipables, el 30% nacionales coparticipables, el 4,9% provinciales y el 0,6% municipales. Natalia Ariño, economista de FADA, advirtió: “La mayoría de los impuestos que afronta la actividad quedan en Nación y no nos vuelven a las regiones”.

Impacto de los precios y costos en los cultivos
La caída de los precios de los granos, por debajo del promedio de los últimos cinco años, ha contribuido a un incremento del índice FADA en comparación con junio de 2024. Según el informe, el precio del trigo ha caído un 12,7% en dólares, mientras que la soja y el maíz han sufrido una disminución del 3%. En cuanto a los insumos, como fertilizantes y fitosanitarios, los costos se mantienen estables o con ligeras bajas, mientras que las labores agrícolas han incrementado sus costos en pesos entre un 200% y 250%.
La estructura de costos de los cultivos varía según la moneda. En el caso de la soja, el 44% de los costos están dolarizados, mientras que en el maíz este porcentaje asciende al 47%. “Si se considera el costo de la tierra dentro del esquema de costos, en el caso de la soja los costos dolarizados ascienden al 59% y en el maíz al 55%”, detallan desde FADA.
Variaciones según cultivos y provincias
El índice FADA promedio nacional ponderado es del 61,5%, pero la participación del Estado varía según el cultivo: en soja alcanza el 65,6%, en maíz el 56,6%, en trigo el 54,4% y en girasol el 56,6%. Las provincias también presentan diferencias, con Córdoba registrando un 62%, Buenos Aires un 58,4% y Santa Fe un 57,8%, entre otras.
Esta variación no solo responde a los impuestos locales, sino también a factores como los rindes, los costos de producción y los fletes. Pisani Claro aclaró: “Este número conjuga además de los impuestos provinciales y locales, los rindes y los costos de producir en ese lugar, como también los fletes según la distancia al puerto, es un conjunto de factores que determina cuál es la participación del Estado en la renta en esa provincia”.