En una jornada a pura emoción, el programa educativo coordinado por la Universidad Nacional de Río Cuarto abrió las puertas de su edificio y reanudó la actividad presencial. Luego de atravesar la pandemia, situación que afectó especialmente a los adultos mayores, la institución se enfoca en “recuperar el tiempo perdido”.
El Programa Educativo de Adultos Mayores (PEAM) volvió con todo. En la mañana de hoy, los estudiantes y docentes coparon la sede de Bvd. Almafuerte con una energía diferente a la de otros años, entre abrazos y las lágrimas del reencuentro. Habiendo atravesado el duro y largo camino de la pandemia, los adultos mayores volvieron con un estímulo adicional y el desafío de recuperar los vínculos.
“Estamos muy emocionados por lo genera esto de volver a las actividades“, expresó emocionada Gabriela Muller, directora del PEAM, quien remarcó la importante asistencia en el primer día de clases: “Esto resalta la importante de ser niños para toda la vida“.
La docente relató que la convocatoria de este año fue especial, algo que quedó demostrado por los números registrados durante el periodo de inscripción: En diez días se quedaron prácticamente sin cupos, especialmente en talleres como el de movilidad corporal.
“Es una señal de lo que significó la pandemia para ellos, la necesidad del reencuentro y de socializar. El aislamiento, encierro y en muchos casos abandono, generan la necesidad de mover el cuerpo, de expresarse a través de la música, el canto y el baile. Ahora, hay que recuperar el tiempo perdido”, indicó Muller.
Por su parte, Nora Giordanino -jubilada y asistente a los talleres del PEAM- expresó su felicidad por volver a reunirse con sus pares. “El contacto con la gente es maravilloso”“Los vínculos son fundamentales. Compartir, verse, abrazarse, a nuestra edad es clave porque muchos están solos. Nos hace bien a nuestra salud mental“, dijo.
Volver de la pandemia
Por supuesto que la vuelta será diferente por la energía, pero también por las circunstancias generadas por la pandemia del Covid-19, la cual todavía no ha terminado. Aún así, las autoridades del PEAM celebran que las condiciones están dadas para darle vida a las instalaciones que permanecieron silenciosas durante tanto tiempo.
“Tenemos que estar muy contentos de poder recibir a todas las personas que vienen, porque eso es una señal de que estamos superando la pandemia“, explicó Muller sobre las sensaciones del momento vivido.
En cuanto a los cuidados, la docente expresó: “Ellos nos pueden dar cátedra, porque fueron los más focalizados por las medidas sanitarias desde el comienzo de la pandemia“. Si bien el PEAM no solicita pase sanitario para el ingreso, cumple con todas las medidas necesarias -barbijo, alcohol en gel, etc.- para que sus estudiantes ingresen al lugar bien cuidados.