En diálogo con CÓRDOBA HOY, Florencia Palacios, abogada con formación en género e integrante de Sala de Género del CARC y Melisa Tortú, subsecretaria de las mujeres del Gobierno de Río Cuarto, hablaron sobre su rol en las luchas feministas. Fue en el marco de la marcha del aniversario del movimiento feminista Ni Una Menos

Tanto los funcionarios del Estado municipal como aquellos profesionales que ejercen la Constitución Nacional en su día a día, cumplen un papel fundamental a la hora de escuchar y atender a las mujeres, disidencias y diversidades que luchan, año tras año, por una sociedad más equitativa. 

El día de ayer, se cumplieron 8 años de la primera y gran marcha del movimiento feminista más emblemático de Argentina. Dicha fecha, sacó a mucho más que las mujeres y diversidades a las calles: las infancias. Éstas se volvieron un actor central en el aprendizaje y ejercicio de sus derechos y la búsqueda por un futuro más igual. 

No obstante, en lo que respecta exclusivamente al ejercicio pleno de los derechos y a los medios para garantizar que esto ocurra, dialogamos con Florencia Palacios, abogada con formación en materia de género.

-¿Qué es una reforma judicial? 

-F.P: “Una reforma judicial es una demanda que parte de varios sectores del Estado: privilegiados y menos privilegiados. Los profesionales del derecho estamos de acuerdo que no es un mecanismo que funciona como debería hacerlo. El acceso a la justicia es un derecho humano y habilitador para el goce y el ejercicio efectivo de todos los otros derechos que están reconocidos en el plexo normativo y en el ordenamiento jurídico”.

-¿Cuál es su rol como profesionales de derecho en las luchas feministas?

-F.P: “El rol del abogado en la sociedad actual después de la reforma del código civil comercial, cambió. Se implementó un nuevo paradigma DDHH que impacta en todos las áreas de la sociedad. Estos artículos (1 y 2) lo que hacen es darle prelación constitucional a los DDHH, eso incluye a la mujer, las disidencias y diversidades. Esto le impone la obligación del Estado a sancionar leyes en materia de género y de protección para las mismas. Por ejemplo, la Ley Micaela, que obliga a los tres poderes y niveles del Estado capacitarse en materia de género. Esta situación se replica en otras instituciones, inclusive el Colegio de Abogados. Particularmente desde esta institución, surgió el protocolo de actuación frente a situaciones de discriminación y violencia de género».

-¿Qué actividades/protocolos proponen en materia de género desde el Colegio de Abogados?

-F.P: “El plexo normativo que tenemos en materia de protección de los derechos de las mujeres y disidencias, es muy variado. El foco está en pasar de lo formal de la letra, al derecho efectivo de los derechos. ¿Como? A partir de las herramientas del Estado y de las mismas instituciones. Ahí comienzan a jugar los colegios de profesionales. Hay un nuevo proyecto de Ley que postula sumar un nuevo tipo de violencia de género que es una violencia vicaria, que se ejerce cuando el agresor que ya no tiene contacto con su pareja y la agrede por medio de sus hijos. Este tipo de violencia se termina consolidando en el poder judicial cuando arrastra a la mujer y la somete a un problema judicial donde no tiene la capacidad psicológica ni económica para afrontarlo. Cuando los mecanismos legislativos no funcionan, el poder judicial debe hacerlo funcionar. Mira si no va a ser necesaria una reforma judicial con perspectiva de género si las resoluciones judiciales tardan tanto”.

Por otro lado, Melisa Tortú,  subsecretaria de las mujeres, manifestó que el principal objetivo de dicho sector municipal especializado en género, es que los y las vecinas de Río Cuarto sepan que hacer hoy ante una situación de violencia de género. 

-¿Cuál es tu rol como funcionaria municipal en materia de género ante las luchas feministas actuales?

-M.T: “Desde la subsecretaría de las mujeres, trabajamos día a día por los derechos de las mujeres y diversidades frente a toda forma de discriminación, desigualdad y violencia. El objetivo principal es poner fin a todas las formas de vulneración de derechos. Siempre tratando de adoptar un enfoque integral e inclusivo que aborde las situaciones que transforman las normas sociales de las mujeres, las niñas y diversidades. Apuntamos a que todas las personas que habitan la ciudad sepan qué hacer ante una situación de violencia por motivos de género hoy. Se están cumpliendo ocho años de la primera marcha de Ni Una Menos, donde nos vuelve a comprometer en la necesidad de seguir trabajando para terminar con las distintas expresiones y modalidades de violencia machista. Acompañamos como siempre el 25 de noviembre, el 8 de marzo y en esta importantísima marcha al colectivo NUM”.

-¿Qué actividades proponen, desde la Subsecretaría, para abordar este tipo de violencias?

-M.T: “Contamos con diferentes programas. El principal es de acompañamiento que realizan equipos técnicos interdisciplinarios. En éstos se realiza atención, asesoramiento y contención a las personas en situación de violencia de género, además el seguimiento y articulación de esas situaciones con un esquema de trabajo descentralizado, es decir que se ubican en diferentes puntos territoriales de la ciudad. El fin es tratar de lograr la mayor accesibilidad a las políticas públicas y articular con diferentes reparticiones tanto de la municipalidad y de la provincia como de la nación. El programa legal también trata de garantizar el efectivo acceso a la justicia y de promoción y prevención, garantizando la formación y visión en género y diversidad en toda la ciudad de Río Cuarto”.

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