El gobernador Juan Schiaretti y el intendente de la ciudad de Córdoba, Martín Llaryora, estuvieron presentes en la nueva planta de tratamiento de líquidos cloacales de Bajo Grande, donde se realizó la prueba de funcionamiento del módulo 1 del sistema.

Fueron acompañados por el ministro de Servicios Públicos, Fabián López, además de otros funcionarios provinciales y municipales.

La Provincia y el Municipio llevan a cabo un plan de saneamiento que beneficiará a 1,6 millones de habitantes, aproximadamente, y que está proyectado para los próximos 20 años.

Dicho módulo consta de dos canales completos de desarenado, desengrasado y desbastado, que constituyen el pretratamiento físico de los líquidos, provenientes de los colectores principales. Esto permite su acondicionamiento, para que las bombas puedan elevarlos sin los áridos ni las grasas, elementos nocivos para el funcionamiento de las bombas.

Por su parte, el ministro Servicios Públicos explicó que la nueva planta de Bajo Grande tiene una extensión de 50 hectáreas y describió la parte que hoy se prueba su funcionamiento: “El líquido ingresa por la parte vieja de la planta y llega donde se va a producir el primer tratamiento físico, donde se elimina la grasa, arena y la materia flotante. Posteriormente, mediante unas bombas, se eleva ese líquido para que pueda recorrer el resto de la planta nueva o, en virtud con el convenio con el Municipio, ser derivado con una interconexión a la planta vieja”.

Finalmente, Fabián López dijo que hoy “también se va a poner en marcha un generador que permite funcionar de manera autónoma, en caso de problemas de conexión con la tensión del lugar”.

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