Paloma Escudero, referente de Ni Una Menos Río Cuarto, dialogó con NADA FAKE, una producción de CÓRDOBA HOY, sobre la nueva edición de la marcha del 3J en conmemoración de los 8 años del surgimiento de dicho colectivo feminista en el país. La misma comenzará a partir de las 16:30 en la plaza central.
Este sábado 3 de junio, se cumplen ocho años de la primera marcha de Ni Una Menos, el movimiento feminista que nació en 2015 luego del femicidio de Chiara Páez en la provincia de Santa Fe. La masividad de dicha manifestación fue tal, que más de 80 localidades argentinas la replicaron.
Escudero afirmó que la consigna de este año es: «Con este poder judicial, no hay ni una menos». Los pedidos de igualdad son muchos. Pero este año el grito ante una reforma judicial feminista, transfeminista y popular, es más fuerte que nunca.
«Hablamos de justicia porque es una parte fundamental que nos atraviesa, pero en realidad es todo un sistema patriarcal de una sociedad que se conforma así. Hay estereotipos hegemónicos que hacen que esas violencias sean cada vez más, que persistan y que eso recae en la justicia», exclamó la activista.
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Discursos de odio
Escudero dijo que, siempre son las minorías quienes luchan por la igualdad y ponen en mesa de debate las injusticias de un sistema patriarcal. Este hecho, entre tantas resonancias, provoca que sean vistas como objeto de crítica.
«Todas las personas que estamos dentro de los movimientos sociales, vemos el avance de la derecha en discursos de odio; nos quieren poner como enemigo. Y en realidad nuestra lucha no es en contra de una persona o grupo, sino romper con una estructura que nos optimiza, nos violenta y nos deja sin un cumplimiento efectivo de los derechos«
Un año más, miles de mujeres y disidencias salen a las calles, al «espacio de lucha», en términos de la activista, para levantar su voz. Ya que, si no lo hacen, nadie las escucha. «Los movimientos sociales estamos solos, no tenemos ningún resplado», manifestó Escudero.
Cabe destacar que, además de salir a luchar exclusivamente en las calles, el colectivo Ni Una Menos, lucha todos los días y en múltiples áreas. Desde organizar una olla popular en un barrio, hasta la redacción profesional de un documento para presentarles a las autoridades. «Somos las organizaciones quienes ponemos el cuerpo y dedicamos horas de nuestros días a apalear un poco esos baches del Estado», concluyó la activista.
