Las afirmaciones contenidas en el mensaje no difieren demasiado de la retórica de otros modelos neoliberales, con sus promesas de un futuro venturoso. ¿Es verdad que «estamos saliendo del desierto, la recesión terminó, el país finalmente ha comenzado a crecer» y «podemos terminar el año con alivio»? Podría decirse que no.

Veamos. El producto interno bruto cayó un 3,1% durante los tres primeros trimestres del año, pero si se excluye el repunte del sector agrícola, luego de la muy mala campaña anterior por la sequía, el derrumbe se eleva al 5,3%.

Los datos más recientes tampoco exhiben un panorama de recuperación. La industria, por ejemplo, volvió a caer en octubre (-0,8%) luego de mostrar alzas durante los tres meses anteriores, y aún se encuentra dos puntos por debajo del nivel alcanzado antes de la asunción de Milei.

En el mismo mes la construcción cayó un 4% mensual y sufre un retroceso del 30% frente a la actividad registrada en noviembre de 2023. Esa tendencia a la baja no parece haberse revertido, según los datos publicados por la cámara de empresas proveedoras de insumos del sector y de acuerdo a los índices de producción de cemento.

En cuanto al pregonado «crecimiento sostenido» del poder adquisitivo, esto no luce como un dato coherente con la magnitud de la pobreza y la indigencia, a las que fueron empujadas 3,9 y 2,6 millones de personas, respectivamente, en la primera mitad de 2024; o con el despido de casi 170.000 trabajadores privados y estatales entre enero y septiembre.

Es llamativo, por otra parte, que Milei midiera en dólares la evolución del salario básico promedio y de las jubilaciones, lo cual, debido a la relativa apreciación del peso le permitió hablar de saltos del 32% en el primer caso y del 18% en el segundo. Lástima que no utilizara la misma metodología para dimensionar la variación de las canastas Básica Alimentaria (que determina el nivel de indigencia) o la Total (nivel de pobreza) que aumentaron un 44% en igual período.

Un indicador más contundente para quienes no utilizan otra moneda que la nacional es la retracción del consumo en Supermercados y Autoservicios Mayoristas, que alcanzó un -12% en el acumulado de los primeros nueve meses de 2024 frente a enero-septiembre del año pasado.

Los más vulnerables

Milei sostuvo asimismo que cumplió la «promesa de cuidar a los más vulnerables durante el ajuste», cuando según datos oficiales las partidas para pensiones no contributivas bajaron en 660.000 millones de pesos (a valores constantes de octubre de 2024); la asignación al PAMI cayó en 108.000 millones; y las erogaciones en programas sociales como Potenciar Trabajo, políticas alimentarias, Progresar y otros se redujeron en 3.500 millones de pesos.

Aun cuando el gasto en la Asignación Universal por Hijo creció en 680.000 millones, en un cotejo similar al de los programas anteriores, en los primeros diez meses del año, el balance es también negativo en cuanto a los recursos destinados a los sectores menos favorecidos.

Un discurso sobresaliente de la semana fue el pronunciado por la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner al asumir la presidencia del Partido Justicialista. Definió allí que la actual administración nacional «no tiene un modelo productivo, tiene un modelo de valorización financiera», agregó que «estamos en un ciclo de depredación y apropiación» y, más allá de la evaluación de la gestión gubernamental, convocó a «formar cuadros políticos y técnicos, informar, planificar, divulgar y organizar».

Claves en el proceso de revalorización de la política y de las herramientas para disputar la batalla cultural, a fin de contribuir para fortalecer un modelo de país en las antípodas del regresivo plan que se está aplicando en la actualidad. 

Fuente: Revista Acción

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