El obispo de Río Cuarto, monseñor Adolfo Uriona, destacó la figura del Papa Francisco tras su fallecimiento. Dijo que su legado será comprendido con el paso del tiempo y remarcó su opción por los pobres y las periferias.

El fallecimiento del Papa Francisco causó una profunda conmoción en la Iglesia y en el mundo entero. Desde Río Cuarto, el obispo monseñor Adolfo Uriona expresó su consternación por la noticia y recordó al pontífice como “un profeta para nuestro tiempo”, alguien que supo hablar en nombre de Dios con un fuerte mensaje de paz, inclusión y preocupación por los más pobres.

“Lo que yo destaco es que fue un profeta. ¿Quién es el profeta? No es el que adivina el futuro, sino el que habla en nombre de Dios. Y habló en nombre de Dios para toda la humanidad”, afirmó Uriona en diálogo con los medios locales. Subrayó, además, que el Papa no buscó los grandes escenarios del mundo, sino que eligió acercarse a las periferias, tanto geográficas como existenciales.

Uriona recordó con emoción que fue ordenado por Jorge Bergoglio y que en enero pasado tuvo la oportunidad de visitarlo en el Vaticano. En ese encuentro, el Papa le recomendó mantener una entrega pastoral intensa al servicio de la Diócesis. “Él tenía una preferencia clara por los pobres y marginados. Hacía sus visitas a las periferias. Fue muy incomprendido, como sucede con los verdaderos profetas. Jesús mismo dijo que ningún profeta es bien recibido en su tierra”, señaló.

Respecto a su estado de salud, el obispo reconoció que si bien su fallecimiento fue sorpresivo, no era completamente inesperado: “Por su situación de salud, podía resultar previsible”, dijo.

Este lunes, la Diócesis de Río Cuarto convocó a una celebración especial en la Iglesia Catedral, durante la misa vespertina, para rendir homenaje y elevar una oración en memoria del Papa Francisco, el primer pontífice argentino y latinoamericano de la historia.

Uriona concluyó con una reflexión sobre el legado espiritual del Papa: “Creo que la historia, con el tiempo, sabrá reconocer la grandeza de este hombre”.

Último encuentro del obispo con el papa

El 27 de enero de 2025, pocos días antes de su internación y posterior fallecimiento el 21 de abril, monseñor Adolfo Uriona fue recibido por el Papa Francisco en una audiencia privada en el Vaticano. El encuentro, que se extendió por casi una hora, fue el primero entre ambos en seis años y permitió compartir aspectos de la vida pastoral y comunitaria de la Diócesis de Río Cuarto.

“Estuvimos charlando de muchas cosas: de la diócesis, del caminar, del jubileo, de las vocaciones, de los sacerdotes”, relató el obispo. Destacó, además, la lucidez y la serenidad del Santo Padre durante el encuentro, a pesar de sus problemas de rodilla: “Lo encontré muy bien, con esa lucidez tan grande que él tiene”.

Durante la reunión, el Papa Francisco envió su bendición a toda la comunidad diocesana y pidió que no dejen de rezar por él: “Por mi ministerio y por todos los desafíos que tiene este momento dentro de la Iglesia y en el mundo”.

Este lunes, la Diócesis de Río Cuarto convocó a una celebración especial en la Iglesia Catedral, durante la misa vespertina, para rendir homenaje y elevar una oración en memoria del Papa Francisco, el primer pontífice argentino y latinoamericano de la historia.

Uriona concluyó con una reflexión sobre el legado espiritual del Papa: “Creo que la historia, con el tiempo, sabrá reconocer la grandeza de este hombre”.

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