Rosa Arias, mamá de Ale, encabezará un acto para continuar con su pedido de Justicia y solicitar que crímenes como el de su hijo sean declarados de lesa humanidad. La convocatoria se realizará en Plaza Cispren II, a metros de donde fueron hallados los restos del niño, hace ya 17 años.

Este miércoles se cumplen 31 años de un hecho que movilizó a la ciudad y la sumió en una oscuridad que persiste hasta la fecha. El 16 de marzo de 1991 se produjo la desaparición de Ale Flores, un niño de cinco años que jugaba en una placita durante una tarde tormentosa y del que no se supo más nada hasta 17 años después, cuando un vecino del ahora barrio Cispren II se encontró con los restos del pequeño.

Cinco años después de la desaparición, el policía Jorge Muo declaraba ante la Justicia que el niño había recibido gravísimas lesiones cuando fue colisionado por un auto que conducían los policías del comando radioeléctrico Mario Gaumet y Gustavo Funes, quienes lo habían llevado a la casa de una enfermera donde agonizó y finalmente murió.

Desde ese momento, comenzó un largo camino plagado de trabas, impunidad y la sospecha de un encubrimiento institucional inusitado, debido a que los apuntados en primer momento como responsables del hecho -quienes fueron imputados- resultaron beneficiados por la proscripción de la causa y hasta gozaron de ascensos en la fuerza de seguridad.

Desde allí parte el pedido de justicia de Rosa Arias, mamá de Ale, quien hoy encabezará un acto con el que se buscará demostrar que, 31 años después, hay quienes están dispuestos a seguir dándole batalla a la oscuridad que impide dar respuestas a la sociedad que todavía se pregunta qué ocurrió con el niño. El mismo se desarrollará a las 17 horas en plaza Cispren II, a metros de donde encontraron los restos de Ale.

“No fueron dos policías, hay toda una institución detrás de este encubrimiento. Todos saben lo que pasó, cambiaron sus versiones y confundieron a todos, pero finalmente lograron su cometido“, le dijo Rosa Arias a CÓRDOBA HOY, en la previa de una convocatoria que distintas agrupaciones realizarán con motivo de un nuevo aniversario de la desaparición de Ale.

La constante búsqueda de justicia está motivado por la fuerza de Rosa y de otras madres que pasaron por un periplo similar al suyo, como Rosa Sabena y Sandra Zarandón. “El dolor nuestro sigue vivo“, señaló Rosa sobre el pesar de estas madres, algunas de las cuales la acompañarán en el acto de este lunes.

En 2014, la Corte Suprema de la Nación ordenó que se profundizara la investigación, hecho que fue celebrado por quienes pidieron justicia durante tantos años, pero hasta la fecha el fiscal Fernando Moine no ha producido avances en la investigación a pesar de los años transcurridos.

El fiscal me dijo que teníamos que esperar porque ellos debían reanudar la investigación, pero hasta el día de hoy no hemos tenido novedades, señaló la madre de Ale, quien insistió: “Han ocultado muchas cosas que todavía no hemos descubierto“.

Arias señaló que la desaparición y asesinato de su hijo “fue un crimen de lesa humanidad“, motivo por el cual ha realizado un pedido a los legisladores responsables de modificar la Ley en ese sentido. “Quiero que casos como el suyo sean juzgados de esa manera“, dijo.

Respecto al paso de los años y la falta de respuestas, Rosa indicó que encuentros como el de hoy colabora para “recuperar las fuerzas y acompañarnos mutuamente, para estar firmes y no caernos“.

En ese sentido, agregó: “No fue una lucha solitaria. Por suerte, me acompañan madres que pasaron por lo mismo que yo y nos dan fuerza para salir adelante, pero queda la sensación de no somos escuchadas. Al contrario, parece que quisieran que nos calláramos la boca“.

Por último, Arias puso en valor el acompañamiento recibido para que 31 años después, ante la falta de respuestas de la Justicia, el pedido de justicia siga vigente.

“Ale siempre está presente gracias a la gente de Río Cuarto. Si estoy entera, es gracias a todos los que me levantaron y dieron la oportunidad de comunicar nuestra lucha“, concluyó.

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