En septiembre de 2024, un hogar de cuatro integrantes necesitó $964.619,82 para superar el umbral de pobreza, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Este valor refleja un aumento del 2,6% respecto del mes anterior y un alarmante 202% en la comparación interanual, evidenciando la aceleración inflacionaria que atraviesa el país.
El costo de la Canasta Básica Total (CBT), que incluye bienes y servicios esenciales para no ser considerado pobre, ha acumulado en lo que va del año un incremento del 94,6%. Por otro lado, la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que mide los productos esenciales para una alimentación mínima, subió un 1,7% mensual, alcanzando un acumulado anual del 78,1%. En términos interanuales, la CBA creció un 189,9%, lo que deja en evidencia el fuerte aumento en los alimentos, uno de los rubros más sensibles para los hogares.
Un escenario crítico
Desde que asumió la presidencia en diciembre de 2023, Javier Milei ha enfrentado un panorama económico extremadamente desafiante. Las primeras medidas económicas, basadas en un programa de ajuste fiscal y liberalización del mercado, no han logrado aún frenar el aumento constante de los precios, aunque en el noveno mes del años la inflación logró perforar el piso del 4%.
Durante su mandato, la inflación viene afectando gravemente el poder adquisitivo de la población. Este contexto ha generado un profundo malestar social, con protestas y movilizaciones en varias provincias, donde sectores sindicales y sociales han alzado la voz ante el deterioro de las condiciones de vida y porque siendo trabajadores son pobres.
El costo de vida, empujado por una inflación que ya supera el 200% interanual en algunos rubros clave como alimentos, transporte y servicios, ha puesto a la clase media en una situación límite. Hoy, incluso sectores tradicionalmente considerados de ingresos medios enfrentan dificultades para cubrir gastos esenciales, lo que amplía la brecha de desigualdad.
¿Qué significa esto para las familias?
Los casi 965 mil pesos que necesita un hogar tipo para no caer en la pobreza se convierten en una cifra que muchas familias no logran alcanzar. Los aumentos salariales, aún cuando se han dado en varios sectores, no consiguen equiparar el ritmo inflacionario, provocando una caída del poder adquisitivo y un retroceso en la calidad de vida de gran parte de la población.
El impacto es aún más severo en los hogares de menores ingresos, que destinan una mayor parte de sus recursos a la compra de alimentos. La suba interanual de casi el 190% en la CBA golpea duramente a quienes viven en la línea de la pobreza o por debajo de ella, incrementando los niveles de inseguridad alimentaria en el país.
Medidas económicas y sus efectos
El equipo económico de Milei ha implementado un paquete de reformas para tratar de estabilizar la macroeconomía, incluyendo recortes en el gasto público, la apertura de mercados y la búsqueda de acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin embargo, estas medidas no han logrado hasta el momento contener el alza de precios ni generar una mejora palpable en el día a día de los ciudadanos.
Los próximos meses serán cruciales para evaluar si las políticas económicas adoptadas logran estabilizar el escenario inflacionario y permitir una recuperación gradual del poder adquisitivo. Mientras tanto, el costo de la canasta básica sigue subiendo, y cada vez más hogares se ven obligados a recortar gastos esenciales o endeudarse para llegar a fin de mes.
La situación económica y social en Argentina continúa siendo crítica. Con un costo de vida en ascenso y una inflación galopante, las familias argentinas enfrentan un presente lleno de incertidumbre y desafíos. La urgencia de medidas que permitan controlar los precios y aliviar la presión sobre los hogares es evidente, mientras el país sigue buscando una salida a esta compleja crisis económica.