La tensión bélica en Medio Oriente crece con rapidez: tras ataques cruzados, las consecuencias se extienden a nivel político y diplomático, mientras crecen las amenazas sobre el futuro del programa nuclear iraní.
El enfrentamiento militar entre Irán e Israel sigue intensificándose. La operación inicial del ejército israelí, denominada “León Naciente”, dejó como saldo la muerte de al menos tres altos mandos militares iraníes y nueve científicos vinculados al programa nuclear de Teherán.
Desde que comenzaron las acciones bélicas el pasado viernes, se contabilizan más de 240 víctimas fatales: unas 220 en territorio iraní y al menos 23 del lado israelí.
En los ataques más recientes lanzados por Irán contra Israel, murieron ocho personas y más de 90 resultaron heridas. En respuesta, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, lanzó una advertencia a Teherán: “muy pronto pagarán las consecuencias”. Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán comunicó que el Parlamento está trabajando en una iniciativa para salir del Tratado de No Proliferación Nuclear. Aun así, el vocero de la cartera, Esmaeil Baghaei, reiteró que Irán mantiene su postura en contra de las armas de destrucción masiva.
Desde Estados Unidos, el presidente Donald Trump lanzó una dura advertencia: si Irán ataca intereses estadounidenses en la región, habrá una represalia “como nunca se ha visto”. A pesar del conflicto, el mandatario aseguró que ambas naciones podrían alcanzar un entendimiento “sin mayores dificultades”.
