El presidente de la organización, Germán Di Bella, sostiene que la bioeconomía puede generar empleo, arraigo y nuevas industrias en las economías regionales. Criticó los costos logísticos y la falta de infraestructura y pidió un bloque legislativo que represente al interior.

El presidente de Vaca Viva, Germán Di Bella, afirmó que el país necesita “mirar hacia el interior productivo” y consolidar la bioeconomía como motor de desarrollo. Detalló que el proyecto busca transformar la producción primaria en industrias y empresas que generen trabajo local, desde los cultivos tradicionales hasta la producción de bioenergía.

Di Bella explicó que Vaca Viva ya reúne a más de 500 actores vinculados al sector y que trabajan en convenios con instituciones académicas, productivas y empresariales. Señaló que cuando los productores invierten en sus localidades, “el derrame es real”, ya que la industrialización genera empleo genuino y arraigo en pueblos y ciudades intermedias.

Consultado por los desafíos del sector, advirtió que la Argentina enfrenta problemas persistentes de competitividad, como una alta carga impositiva, fletes costosos y una infraestructura insuficiente. “Córdoba está mejor posicionada, pero para duplicar producción necesitamos rutas, conectividad y condiciones que mantengan a los jóvenes en el interior”, expresó.

El dirigente también adelantó que el movimiento trabaja en propuestas para el Congreso. Planteó la necesidad de un bloque de diputados que represente específicamente a las provincias productivas, más allá de los alineamientos partidarios, y que impulse políticas de largo plazo para el desarrollo regional.

¡Viralizalo!