La última encuesta de Zuban Córdoba & Asociados giró en torno al escándalo desatado por la imputación de violencia de género contra el expresidente Alberto Fernández y las repercusiones del caso.

La última encuesta de Zuban Córdoba & Asociados giró en torno al escándalo desatado por la imputación de violencia de género contra el expresidente Alberto Fernández y las repercusiones del caso.

Por un lado, emerge el oportunismo libertario para sacar rédito político y por el otro el duro golpe para el peronismo, en un contexto en el que la ahora principal fuerza opositora ya venía deshilachada.

En la encuesta realizada por la consultora Zuban Córdoba y Asociados el 57 por ciento de las personas consultadas señaló que el ex mandatario debe ser juzgado por violencia.

En tanto, un 57% cree que el expresidente debe ser juzgado por violencia. Menos de un 30 % cree que se trata de una operación contra el peronismo, pero un 60 % afirma que el caso de Alberto Fernández es utilizado por el Gobierno para tapar la crisis económica. 

Pero eso no impidió que el sesenta por ciento se mostrara a la vez convencido de que la situación de Fernández era utilizada por el gobierno nacional para tapar la crisis económica.

También el 76 por ciento opinó que el peronismo debe “renovarse y expulsar a los violentos”, así como el 61 por ciento señaló que más allá de los intentos del Gobierno para minimizar su impacto, “la violencia machista es real”.

Los consultores dieron cuenta que se trata de uno de esos acontecimientos que se convierten en “eventos escandalizantes” porque afectan valores ampliamente compartidos por la sociedad. 

Un primer dato relevante es que un 90% de la sociedad afirma estar informada de lo sucedido. Es un nivel de conocimiento atípico que demuestra el profundo impacto que tuvieron los sucesos. 

Sin embargo, la existencia de un acontecimiento que monopoliza la atención pública no implica que las percepciones sobre el hecho sean uniformes. Es un aspecto básico de la teoría del framing, la cobertura mediática marca la agenda, pero no es capaz de moldear por completo las opiniones y  percepciones. Existen sobre un mismo acontecimiento distintas formas de ver el mundo que coexisten y compiten.

Con el caso de Alberto Fernández también revive el framing promovido normalmente por el feminismo. Un 48 % afirma que siempre hay que creerles a las víctimas y un 63 % dice que la línea 144 de asistencia a las víctimas de violencia de género es una buena herramienta. Además, un 58 % cree que el gobierno aprovecha el caso para pegarle al feminismo.

“El caso de violencia de género que tiene como protagonista al expresidente desnuda la hipocresía de gran parte de nuestra clase política y muestra la necesidad de dar respuestas serias y profesionales ante escándalos como el que transitamos”, coinciden Gustavo Cordoba y Paola Zuban en su análisis. 

Atado a ello, la sociedad percibe con claridad cuando un sector político intenta sacar ventaja de hechos como este. Un 61% cree que el caso demuestra la existencia de la violencia machista.

“Que un hecho, por más escandalizante que sea, pueda tapar el resto de la agenda pública es algo extensamente comprobado por la ciencia política como falso. Pueden coexistir, sin ningún tipo de problemas, distintos tópicos y temáticas en la agenda de la sociedad. Que goce de una gran repercusión durante un periodo determinado de tiempo no anula el resto de esos tópicos. En ese sentido, en nuestro último estudio hicimos un ranking de distintos temas y problemáticas que generan preocupación social. El escándalo mencionado recién aparece en el puesto número 10”, explican, en alusión al escalafón en el que antes aparecen como preocupaciones prioritarias los aumentos en los niveles de pobreza y desocupación.

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