Un artículo del diario estadounidense sostiene que el Gobierno argentino deberá enfrentar un fuerte ajuste cambiario pese al resultado electoral. La nota cuestiona la política monetaria y la dependencia del respaldo financiero de Estados Unidos.
El prestigioso diario The Wall Street Journal publicó un análisis en el que proyecta un escenario económico desafiante para la Argentina luego de las elecciones legislativas. Según el artículo firmado por la editorialista Mary Anastasia O’Grady, la gestión de Javier Milei se enfrentará a un “duro reajuste del peso” aun con el impulso político alcanzado en las urnas.
El texto destaca que, si bien el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, brindó apoyo a Milei y celebró la performance electoral de La Libertad Avanza, ese acompañamiento no sería suficiente para evitar una nueva devaluación. O’Grady remarcó que la situación del país constituye un “desastre monetario” y que la sobrevaluación del tipo de cambio persiste a pesar de la devaluación inicial y las correcciones posteriores.
El análisis recuerda que el Gobierno argentino mantiene controles de capital y realiza intervenciones sostenidas en el mercado cambiario para defender el peso, lo que acelera la pérdida de reservas internacionales. Según el WSJ, la confianza de los inversores continúa debilitada por la incertidumbre económica y por inconsistencias en el esquema cambiario aplicado.
El artículo también menciona que el respaldo del Tesoro estadounidense, incluido un swap por 20 mil millones de dólares y la negociación de nuevos préstamos, depende del desempeño político de la administración libertaria. El resultado electoral fue considerado una condición necesaria, aunque no suficiente, para sostener la asistencia financiera.
O’Grady concluye que, pese a la victoria oficialista, la presión sobre el peso persistirá y el Gobierno deberá avanzar hacia un nuevo régimen monetario para estabilizar la economía. La advertencia marca un horizonte económico estrecho en el día después de los comicios, con Estados Unidos como socio clave pero sin garantías absolutas de contención ante una potencial devaluación.


