Las subas impactan principalmente en productos elaborados con harina, aceites y yerba. El sector advierte sobre el delicado contexto de consumo y reclama retrotraer los incrementos.
Los supermercados del interior del país recibieron en los últimos días listas de precios con incrementos de hasta un 7%, según confirmaron la Cámara Argentina de Supermercados (CAS) y la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA). Los aumentos afectan principalmente a productos de consumo masivo como los derivados de la harina, aceites y yerba mate.
El presidente de FASA, el cordobés Víctor Palpacelli, señaló que estas subas se producen en un escenario de fuerte retracción del consumo. “Los incrementos provienen de las harineras, aceiteras y yerbateras, y rondan el 7%, muy por encima de la inflación de los últimos meses”, indicó.
Desde las cámaras del sector reclamaron a los proveedores retrotraer los aumentos, tras la escalada del dólar que superó los 1500 pesos en las últimas jornadas. En un comunicado, remarcaron: “Ante las actuales condiciones de volatilidad de los mercados recomendamos extrema prudencia y aconsejamos a los supermercadistas actuar en defensa de sus clientes, rechazando aumentos especulativos”.
En los mayoristas, además, se registraron incrementos del 6% en galletitas, 5,5% en alcohol etílico y 6% en golosinas, lo que amplía el impacto sobre la canasta básica de alimentos.
El contexto económico también incide en las decisiones de precios. Mientras el gobierno nacional obtuvo respaldo de Estados Unidos para su programa económico, la eliminación de las retenciones a las exportaciones agropecuarias genera tensión en el mercado interno, ya que gran parte de esos productos son consumidos por los argentinos.
Según la consultora Scentia, el consumo en supermercados muestra una caída sostenida: en agosto, las cadenas registraron una baja del 5,4% en comparación con el mismo período del año pasado. Esta tendencia negativa se replica en el acumulado anual, profundizando la preocupación del sector.
Tanto la CAS como la FASA coincidieron en la necesidad de modificar la conducta empresarial en torno a los aumentos. “Debemos erradicar totalmente el viejo hábito de aumentar los precios por si acaso. En ese sentido seguiremos actuando como un escudo protector para que nuestros clientes sigan confiando en nosotros”, subrayaron.