Se sancionará la ley de financiamiento universitario y le voltearían el DNU de la SIDE. A este cóctel podría sumarse la Boleta Única de Papel, que naufraga desde enero en la Cámara alta.

El oficialismo inicia una semana clave en el Senado. No solo porque tiene aseguradas las derrotas con el proyecto que incrementa el presupuesto universitario y el DNU que le otorga fondos millonarios a la SIDE, sino que podría sumar un tercer traspié con la iniciativa que implanta la Boleta Única de Papel (BUP) como nuevo instrumento de votación.

A las 14 del próximo jueves, el recinto volverá a reunir al pleno de la Cámara alta tal como quedó pactado en la reunión de Labor Parlamentaria que se realizó el miércoles en el despacho de la vicepresidenta y titular de la Cámara alta, Victoria Villarruel, en una semana que estuvo signada por las desprolijidades.

Hasta ése encuentro, la incertidumbre sobre la sesión era total a razón de que las tres temáticas socavaban intereses contrapuestos entre los diversos bloques senatoriales. Por un lado, el kirchnerismo pujó en soledad el martes y el miércoles para que se sesionara por el financiamiento universitario y el decreto de la SID, y propinarle así un golpe al Ejecutivo.

La BUP fue empujada por el Gobierno y Villarruel, y sería la única victoria simbólica que podría anotarse el Ejecutivo en su haber por cuatro motivos: el primero, es que no fue un proyecto del oficialismo. Segundo, porque desde Balcarce 50 aspiraban a una reforma electoral integral que involucre, por ejemplo, la eliminación de las PASO, ambición que fue cortada de cuajo por los dialoguistas. Tercero, porque por las modificaciones deberán regresar a Diputados y recién ahí podrá anotarse el Ejecutivo, en tándem con Villarruel, el poroto de la victoria.

El último, es que la BUP perderá estado parlamentario en febrero del año que viene. Además, si la votación resultara negativa no podrá tratarse hasta el año próximo, algo que sería inhabitual porque, por acuerdo un implícito, los partidos nunca cambian las reglas del juego durante un año electoral.

El oficialismo ha tratado de evitar una triple derrota al posponer el tratamiento de la BUP para recolectar más votos. La estrategia incluye la intervención de la Jefatura de Gabinete para conseguir los apoyos necesarios. Sin embargo, las divisiones internas y la resistencia de algunos senadores, como los radicales correntinos Eduardo Vischi y Mercedes Valenzuela, así como la incertidumbre de los senadores santacruceños José María Carambia y Natalia Gadano, complican aún más el panorama.

Fuente: Noticias Argentinas

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