Tras un julio positivo, tanto cámaras empresarias como consultoras privadas vaticinan que agosto fue a la baja y la actividad se aleja de la recuperación.

La actividad fabril, que había rebotado en julio, volvió a los números en rojo durante agosto. Así lo pronostican los departamentos de estadísticas de las principales cámaras industriales. Tanto los grandes establecimientos fabriles como así también las pymes industriales coinciden en que la actividad de agosto cayó respecto a julio. Un baldazo de agua fría para la expectativa que alentaban desde la Rosada con un nivel de actividad que comenzaba a recuperar lentamente y con los principales equilibrios económicos en positivo.

Contrariamente a la expectativa del Gobierno, la actividad de los industriales no se grafica con una línea ascendente, sino más bien en modo serrucho, en la comparación intermensual. Lejos de la metáfora escatológica del buzo usada por el líder anarco libertario, la realidad da cuenta que la fase de rebote y recuperación de la actividad aún no se vislumbra. Para que ello ocurra es clave la aceleración de la actividad de la industria manufacturera que explica el 19 por ciento de los trabajos registrados generados por las empresas privadas.

Además, los datos adelantados de septiembre también se alejan del efecto rebote al ser negativos respecto al mes antecesor. Para los dirigentes que nuclean las Pymes fabriles, el crédito que motorizó la actividad en julio no está actuando como dinamizador de la demanda porque “hay temor en el consumidor frente a un eventual futuro más crítico”. “Pérdida de poder adquisitivo de los ingresos más aumentos de servicios” equivale a un consumidor que se focaliza en alimentos y gastos esenciales. Consecuentemente, se retrae la demanda de “línea blanca, muebles, electrónica, etcétera”.

Las grandes empresas tampoco tuvieron un buen agosto

La merma no se trata sólo de una realidad de las pequeñas y medianas empresas. Así lo evidencia el último relevamiento realizado por la Unión Industrial Argentina que va en el mismo sentido. Para esta asociación que nuclea a las principales cámaras empresarias del país en el octavo mes del año se borró de un plumazo el repunte de julio. Dado que la construcción no se movió como el mes anterior, la industria no contó con ese efecto dinamizador, contrariamente lo que sí se manifestó en la performance fue el desplome de la demanda.

En lo que respecta a la construcción, los despachos de cemento se contrajeron en relación a julio, asimismo, en lo que va del año los despachos acumulados están casi 30% abajo que en 2023 de acuerdo a relevamientos de la cámara de la construcción. Datos que van en línea con la contracción mensual advertida por el Índice Construya (4,3% intermensual) que mide, además del despacho de cementos, insumos como: hierro, aluminio, aceros, áridos, ladrillos, pintura, grifería, sanitarios, entre otros.

En consecuencia, la productora de aluminio Aluar, una de las más importantes de la región, bajó su consumo de energía durante agosto. También la industria de la alimentación y del plástico bajaron su consumo energético en relación al mes anterior, mientras que en el acumulado anual la energía eléctrica de grandes usuarios industriales continúa con un rojo en torno a -10%.

Fuente: La Nueva Mañana

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