El pasado miércoles, el Gobierno aprobó la utilización de las semillas del cannabis para la producción de alimentos. La decisión la tomó la Comisión Nacional de Alimentos (CONAL), debido a la aprobación de la incorporación al Código Alimentario Argentino (CAA) del grano del cáñamo y sus derivados, como el aceite, la harina y las proteínas

Durante 2022 y parte de 2023 se trató el tema en reuniones de la Comisión y del Instituto Nacional de Alimentos (INAL). Y en el encuentro de la CONAL de ayer miércoles se confirmó la incorporación al Código, sin fecha prevista.

Los integrantes de la Comisión pidieron más “evidencia científica” para incluirla en el futuro. Pero se comprometieron a “seguir tratando en reuniones futuras la incorporación del CBD”, que había sido un pedido explícito tanto de Vizzotti como de Juan José Bahillo, secretario de Agricultura, en la reunión de la CONAL de diciembre pasado, armada por la ministra de Salud exclusivamente para avanzar en la cuestión del cáñamo.

La incorporación del cannabis al CAA permitirá que se puedan registrar ante el INAL alimentos con el grano, la harina o el aceite. Se van a poder fabricar y comercializar golosinas, snacks, pochoclo (maíz inflado), aceites comestibles, harinas para galletitas o panificados. La semilla es rica en Omega 3, Omega 6 y Omega 9, tiene ratio de proteína asimilable, vitaminas y antioxidantes.

“A nivel nutricional es un súperalimento. Va a permitir poner el foco en la soberanía alimentaria, pensando en Hambre Cero y en buenos valores nutricionales”, comentó Diana Barreneche, abogada ambientalista y presidenta de Proyecto Cáñamo. Esta organización fue la que presentó el pedido el año pasado ante la CONAL, y trabaja con el objetivo de recuperar la industria cañamera en Argentina, que estuvo activa hasta la última dictadura, en 1977, cuando todos los proyectos productivos se cerraron al “confundir” el valor proteico de la semilla con los efectos narcotizantes que genera consumir el THC de la planta, provisto solamente por la flor del cannabis hembra.

Qué alimentos se pueden hacer con la semilla de cannabis

La semilla del cáñamo (o nuez) se puede consumir en harina, en polvo o natural en ensaladas, cereales, yogurts, salsas, frutas, vegetales, bebidas energéticas, batidos. También horneados de pan, muffins y galletas. Además son una alternativa para fabricar leche vegetal.

Las personas embarazadas, madres lactantes y niños se benefician de los valores nutricionales del cannabis. Con 30 gramos se cubre la recomendación diaria nutricional de ácido fólico en un 23% y de tiamina (vitamina B1) en un 39%. Como es un alimento libre de alérgenos, lactosa, sodio, colesterol y gluten además es ideal para las personas alérgicas o intolerantes.

La semilla de la planta de la marihuana es una nuez recubierta por una piel dura de color marrón oscuro. Se consume sin la cáscara y tiene un alto porcentaje de ácidos grasos esenciales, con Omega 6 y Omega 3. Es considerada una de las mejores proteínas vegetales por su alta proporción y porque incluye todos los aminoácidos, incluyendo los nueve esenciales que el cuerpo humano no puede producir. Al consumir este superalimento se ayuda a mantener niveles sanos de colesterol, presión arterial, el sistema inmune y el metabolismo.

Recientemente Argentina aprobó la ley de uso industrial del cannabis y, a partir de esta, el Instituto Nacional de la Semilla (INASE) comenzó a registrar genéticas de producción local. Serán esas cepas las autorizadas para la producción de alimentos, además de las que puedan importarse de países productores líderes como Canadá, Italia o República Checa, entre otros.

La Agencia, constituida por la ley de uso industrial del cannabis para regular las licencias de producción, fue formalizada en enero de este año. La semana pasada sesionó por primera vez el Consejo Federal de la Agencia con asistencia perfecta de todas las jurisdicciones del país. Y según prometió Echarren, en las próximas semanas saldrán las primeras licencias para producir con la planta. Quienes que quieran fabricar alimentos deberán conseguir el permiso de la ARICCAME, que a la vez enlaza permisos de otros organismos, como la ANMAT, entre otros.

La planta de cannabis es de cultivo anual y su aporte ambiental es también esencial. Captura hasta cuatro veces más de dióxido de carbono que un bosque forestal. Es considerada una gran remediadora del suelo y además de las semillas el tallo de la planta se puede usar para fabricar productos textiles, automotrices, químicos o para la construcción, entre otros.

¡Viralizalo!