Detectar las alteraciones visuales antes del ingreso de los niños al ciclo escolar permite realizar un tratamiento precoz de las patologías  y contribuir a una mayor calidad visual, favoreciendo el desempeño educativo y la integración de las infancias.

Según la Organización Mundial de la Salud, en el mundo hay 7,5 millones de niños en edad escolar portadores de algún tipo de deficiencia visual y sólo el 25% presenta síntomas. De ahí la importancia de realizar los controles oftalmológicos correspondientes.

Sobre esta temática dialogamos con la oftalmóloga Susana Zabalo de Jerabek, responsable del departamento de Docencia e Investigación de la Red Oftalmológica Jerabek Zabaloy de la Clínica de Ojos Río Cuarto. Además, la doctora también brindó algunas recomendaciones a tener en cuenta para contrarrestar una nueva pandemia: la miopía en los niños.

– ¿Por qué es importante realizar un control?

– Los niños deben tener controles visuales periódicos ya que hay muchas patologías oftalmológicas infantiles que si bien, son poco frecuentes, no dan síntomas hasta que la enfermedad está avanzada, tal como puede ser un glaucoma o tumores oculares. Además, los niños que nacen con un problema en la vista se acostumbran a cómo están viendo porque no saben cómo es ver bien. Ellos por sí solos no están en condiciones de decir si ven bien o mal, solamente el control rutinario realizado por el profesional oftalmólogo puede detectar los déficits de visión.

– ¿Qué controles se deben realizar según la edad?

-Según recomendaciones de la Sociedad Argentina de Pediatría y la Sociedad Argentina de Oftalmología Infantil, los controles deben realizarse cuando el bebé nace, luego a los 6 meses de vida, posteriormente al año y luego cada dos años hasta que el menor tenga entre 5 o 6 años de edad.

En realidad, si se puede realizar un control anual es mejor. Los niños deben ser controlados hasta la adolescencia, ya que hay algunas patologías como la miopía que aparecen cuando el paciente ya es un adolescente.

En los controles oftalmológicos no solamente hay que hacer el chequeo de rutina, debe realizarse un examen con dilatación pupilar y examen de fondo de ojos para poder detectar de forma correcta los problemas refractivos, es decir, todas aquellas dificultades que requieren del uso de anteojos.

Si los exámenes no se hacen con relajación de las pupilas y del esfuerzo muscular no se puede detectar correctamente cuál es la graduación del anteojo que el niño debe utilizar.

– ¿Cuáles son las patologías oculares más comunes en niñas y niños?

– Las patologías más frecuentes son los vicios de refracción, es decir, aquellos niños que pueden presentar hipermetropía, astigmatismo o miopía.

En siguiente orden está el estrabismo. El 5% de los pacientes padece estrabismo que es la desviación de los ojitos y puede estar acompañado de problemas de anteojos y de otra patología infantil que es la ambliopía, que es lo que habitualmente llamamos «ojo vago».

En conclusión, las patologías más frecuentes en niños son los problemas o vicios de refracción, en segundo lugar el estrabismo y en tercer orden la ambliopía.

En otras palabras, la ambliopía es la falta de desarrollo de la visión en un ojo sano y esto se debe a que falta un estímulo visual correcto. La única forma de revertirla es haciendo un tratamiento correcto durante la infancia. De ahí la importancia de los controles periódicos y de la detección a tiempo.

– ¿Cómo pueden afectar esas patologías en el rendimiento/atención del niño en la escuela?

-La mala visión en los niños afecta el rendimiento escolar y dificulta el aprendizaje. El niño que no ve o que ve mal es más lento para realizar las tareas escolares y otras veces se manifiesta con alteraciones en su conducta, es decir, son niños inquietos porque se levantan constantemente para ver el pizarrón  o introvertidos con mal rendimiento escolar.

Respecto a esto, es importante que las madres, padres y educadores presten atención si hay niños que reiteradamente entrecierran los ojos o que se levantan y acercan para ver. Otro signo a considerar es si el niño tuerce la cabeza para ver algo que le interesa, si realiza un movimiento rápido de los ojos o si observan que los ojos no están perfectamente alineados, es decir, si presentan alguna desviación.

Miopía es una nueva pandemia

La Dra. Susana Zabalo de Jerabek,  vicepresidenta del Consejo Argentino de Estrabismo (CAE), y ex miembro de la comisión directiva Sociedad de Oftalmología Infantil (SAOI), advirtió que cada vez existen más niños miopes en el mundo.

Explicó que la miopía tiene un factor que es genético y otro factor que es epigenético debido a las influencias ambientales, a las nuevas formas de vida y remarcó que: “Otras cosas que influyen en esta patología es la cantidad de horas que tenemos  frente a las pantallas, la fijación cercana con pantallas pequeñas y estar mucho tiempo en ambientes cerrados”.

Si bien la miopía no se puede evitar, la reconocida oftalmóloga compartió algunos tips para hacer más lenta la progresión o detener la progresión de la miopía.

“Hay que tratar de evitar el uso en forma prolongada pantallas de fijación cercana, sobre todo, el celular. Mientras más pequeña es la pantalla y más cercana está la vista más afecta a la progresión de la miopía”, explicó.  En este sentido, recomendó a los papás que “mantengan a los niños, al menos durante dos horas diarias, expuestos a la luz solar, ya que detiene la progresión de la miopía debido a una influencia que ejerce sobre la estructura ocular”.

En definitiva, la especialista aconsejó “disminuir uso de celulares y aumentar la cantidad de horas de los niños en exposición a la luz solar, ya sea en patios, plazas, balcones, etc.”.

——

Entrevistada: Susana Zabalo de Jerabek

  • Vicepresidenta del Consejo Argentino de Estrabismo (CAE)
  • Ex miembro comisión directiva Sociedad de Oftalmología Infantil (SAOI).
  • Miembro del Consejo Latinoamericano de Estrabismo (CLADE).
  • A cargo del departamento de Docencia e Investigación de la Red Oftalmológica Jerabek Zabalo y Clínica de Ojos Río Cuarto.
¡Viralizalo!