El Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop) seccional Córdoba advirtió que el sueldo de una maestra de grado se ubica $500.000 por debajo de la línea de la pobreza. «No hay calidad educativa sin calidad en los salarios ni en las condiciones de trabajo», resaltó el gremio.
El incremento salarial del 20,7% otorgado a los docentes en enero de 2025 no logra recomponer el poder adquisitivo del sector, que sufrió una pérdida de casi el 20% en 2024. Según denuncian los trabajadores, mientras la inflación anual alcanzó el 117,8%, los sueldos solo crecieron un 97,29%, dejando a miles de educadores en una situación económica crítica.
Uno de los puntos más cuestionados por el sector docente es la exclusión del bono de $100.000 que sí percibieron otros trabajadores públicos de Córdoba. A esto se suma la reintroducción de cifras en negro en los haberes, lo que impacta negativamente en las jubilaciones y en los aportes a la obra social.
Los índices de pobreza en Córdoba reflejan que una familia tipo necesita $1.300.000 para cubrir la Canasta Básica Total (CBT). Sin embargo, el salario inicial de una maestra de grado es de $785.000, lo que deja una brecha de más de $500.000 respecto al umbral de pobreza. Este déficit salarial es el mayor registrado en décadas y pone en jaque la calidad de vida de los docentes.
Además, el costo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) –que marca el límite de la indigencia– se acerca a los $700.000, lo que significa que muchos educadores se encuentran al borde de esa línea.
Impacto en la educación y en las condiciones laborales
El gremio que nuclea a los docentes privados advierte que esta crisis salarial no solo afecta su bienestar, sino que también repercute en la educación. La falta de estabilidad económica genera estrés y desmotivación entre los maestros, lo que impacta directamente en el aula. “Un docente que vive en la pobreza no puede acceder a recursos básicos como vivienda adecuada, alimentación suficiente o formación profesional”, advierten desde los gremios.
En este sentido, critican que se ponga el foco en la cantidad de días de clase sin atender las condiciones en las que los docentes desempeñan su labor. “No hay calidad educativa sin salarios dignos ni condiciones laborales adecuadas”, remarcaron desde Sadop.
Educación privada y el rol del Estado
El comunicado también señala la responsabilidad de los empleadores de la educación de gestión privada. Si bien el Gobierno provincial define el piso salarial y otorga aportes económicos a algunas instituciones, son las patronales las que deberían garantizar mejoras salariales y condiciones dignas para los docentes.
Finalmente, los trabajadores del sector denuncian que el Gobierno provincial ha dilatado la convocatoria para discutir el nuevo acuerdo salarial de 2025, con la intención de negociar con las clases ya iniciadas y así evitar medidas de fuerza. Ante este panorama, la posibilidad de un conflicto docente a comienzos del ciclo lectivo sigue latente.