Con la presencia del intendente Guillermo De Rivas, el ministro de Educación Horacio Ferreyra y otras autoridades, se inauguraron las reformas en el Observatorio Astronómico del Colegio Nacional de Río Cuarto, un espacio que ha sido revitalizado gracias a un proyecto del Presupuesto Participativo.
El Observatorio Astronómico, inaugurado en 1947, nunca había recibido un mantenimiento de esta magnitud. Se avanzó con un trabajo artesanal que respetó la estructura original de la cúpula, además de restaurar la sala previa y reemplazar las chapas de cobre. Esto permitió devolverle su esplendor a este lugar tan emblemático para la ciudad.
La refuncionalización del espacio, bajo el lema «Río Cuarto Mira al Cielo», incluyó la incorporación de un telescopio digital computarizado, ideal para actividades de observación astronómica. Aunque no es un observatorio de estudio, el lugar ofrece una experiencia única para aprender y disfrutar del cielo.
De Rivas recordó que las obras fueron posibles gracias al Presupuesto Participativo y subrayó el compromiso de los vecinos y vecinas que idearon el proyecto que finalmente fue elegido por la comunidad.
“Es un emblema de la ciudad que hacía mucho necesitaba una refacción. Gracias a los vecinos que lo visibilizaron como importante, hoy es una realidad. Solamente hay tres observatorios en la provincia y uno de ellos está en Río Cuarto, por eso es tan importante”, afirmó el Intendente.
Por su parte, el Ministro Ferreyra dijo que la Provincia acompaña fervientemente todo este tipo de iniciativas y valoró que el Municipio haya aceptado el desafío de avanzar en la restauración de este espacio.
“Estoy súper emocionado por lo que significa este lugar. Además, es muy grato acompañar a una institución educativa que abrió sus puertas para trabajar de una manera distinta y que el año que viene incorporará una formación profesional vinculada al astroturismo, lo que implica un desafío muy grande para Río Cuarto”, sostuvo el Ministro de Educación.
En tanto, la Subsecretaria de Participación Ciudadana, María Reineri, aseguró que el proyecto que se acaba de habilitar es el número 274 desde que se puso en marcha el programa de Presupuesto Participativo.
“Es una gran alegría que los ciudadanos hayan querido poner en valor este espacio. Esto nos ha permitido que no se deteriore la cúpula y que no se dañe el telescopio con el ingreso de agua. Las instalaciones han cambiado totalmente”, acotó Reineri.
Finalmente, Flavio Marchisio, el encargado de presentar el proyecto, dijo que siente una emoción muy grande al ver la obra realizada y sostuvo que como ex alumno de la institución formuló la propuesta al entender que el observatorio merecía volver a tener vigencia en la ciudad.
Actividades para toda la familia
En esta reapertura, el observatorio presentó una amplia variedad de actividades interactivas que instaron a los visitantes a descubrir el universo de manera entretenida con telescopios itinerantes del Observatorio Astronómico de Córdoba, visitas guiadas a la cúpula para explorar su historia y conocer su funcionamiento. Además, en la Plaza Cielo y Tierra se desarrollan propuestas científicas como rompecabezas de tectónica de placas, juegos de ingenio, colecciones de sellos sobre ciencia para niños y demostraciones con instrumentos como la Ventana de Ames, el Levitrón Magnético y otros dispositivos que explican fenómenos físicos.
En el marco de esta celebración, la Facultad de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales de la UNRC participó con su proyecto «Ciencia Callejera», una iniciativa que busca acercar la ciencia a la comunidad de manera lúdica y experimental. Organizado en conjunto con el Centro de Estudiantes de Exactas, este espacio permitió a los asistentes experimentar con elementos de laboratorio, realizar pequeños ensayos y disfrutar de juegos interactivos diseñados para despertar el interés por el conocimiento científico.
Esta actividad de reapertura también contó con espectáculos de música en vivo y food trucks, haciendo del evento una experiencia integral.
Un proyecto que une historia y futuro
Este observatorio no solo es un punto de encuentro con la ciencia, sino también con la historia de nuestra ciudad. Las mejoras realizadas lo posicionan como un atractivo educativo.
El espacio reabierto invita a vecinos y visitantes a disfrutar de actividades únicas bajo las estrellas, posicionándose como un referente cultural y científico en Río Cuarto.