Productores de la región, junto al INTA Villa Dolores, implementan un sistema de riego de precisión que permite ahorrar agua y aumentar los rendimientos hasta un 30 % en un contexto de sequía creciente.

En el Valle de Traslasierra, productores de papa están incorporando una tecnología que podría transformar el manejo del agua en tiempos de sequía. Con el acompañamiento del INTA Villa Dolores, comenzaron a aplicar un sistema de riego por goteo subterráneo, una innovación que permite mejorar la eficiencia hídrica y aumentar la productividad del cultivo entre un 20 % y un 30 %, según los ensayos realizados.

La iniciativa es impulsada por la Agencia de Extensión Rural del INTA Villa Dolores, bajo la coordinación de la ingeniera agrónoma Silvana Walter, y busca ofrecer una alternativa al tradicional riego por surcos o por pivote. En la región, estos métodos suelen presentar limitaciones por el uso intensivo de agua o la dificultad de instalación en algunos lotes.

“El riego por surcos apenas alcanza un 40 % de eficiencia en el uso del agua. Con el goteo subterráneo, se puede regar hasta tres veces más con la misma cantidad”, explicó Walter. Este sistema, además, permite integrar la fertilización con el riego (fertirriego), lo que mejora el aprovechamiento de nutrientes y reduce pérdidas.

El riego subterráneo también simplifica el trabajo diario. Mientras que el riego por surcos requiere largas jornadas manuales —incluso de noche—, el nuevo sistema se maneja de forma automatizada, ajustando la frecuencia y la cantidad de agua según las necesidades del cultivo y las condiciones climáticas.

Las experiencias en campo, realizadas en ciclos productivos entre 2024 y 2025, confirmaron que el sistema se adapta correctamente a los suelos de Traslasierra. Los goteros se colocan entre 35 y 40 centímetros de profundidad, sin interferir con la cosecha mecánica, ya que los tubérculos se desarrollan por encima.

Uno de los primeros productores en adoptarlo fue Antonio Martínez, en la estancia La Primavera, ubicada en San José. Con la asesoría de la empresa Argeswater SRL y el acompañamiento técnico del INTA, logró una proyección de 33 toneladas por hectárea, un rendimiento hasta un 30 % superior al obtenido con riego tradicional.

“El sistema permitió optimizar la fertilización durante todo el ciclo y aumentar el potencial productivo del cultivo”, indicó el ingeniero César Díaz Nicotra, de Argeswater. Ante los buenos resultados, la empresa decidió ampliar la superficie irrigada a 25 hectáreas en su establecimiento de Los Cerrillos, cerca de Villa Dolores.

Si bien la instalación requiere una inversión inicial importante, que incluye la impermeabilización de represas y la instalación de equipos de bombeo y filtrado, el sistema tiene una vida útil de entre 12 y 15 años, lo que lo convierte en una opción sustentable a largo plazo.

Desde el INTA destacan que esta tecnología permite diseñar estrategias de riego y fertilización basadas en datos locales, un aspecto clave en un contexto de escasez hídrica creciente en el oeste cordobés.

¡Viralizalo!