La moldense fue reconocida con el premio «Lía Encalada» en la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires en reconocimiento a su labor como mujer productora rural agroecológica.

Desde hace 16 años Luciana Sagripanti junto con toda su familia apuestan a la agroecología para producir y generar alimentos de una forma que sea amigable con el medio ambiente. Además, la productora rural moldense acompaña a otros productores que están atravesando el proceso de transición hacia la agroecológica.

En reconocimiento por su enorme aporte como mujer de campo y por sus aportes en la agroecología, recibió esta distinción otorgada por la Asociación Civil Mujeres de la Ruralidad Argentina. El emotivo acto se realizó días atrás en la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires.

En diálogo con CÓRDOBA HOY, Luciana manifestó que “fue una sorpresa haber estado postulada” y señaló que ya el hecho de haber sido tenida en cuenta representa una enorme alegría porque “cuando los pares se toman el tiempo de referenciarte, hacer una observación de tu trabajo ya es muy importante”.

Aseguró que el premio es compartido con todas las que estaban nominadas. “Era la primera vez que se otorgó una distinción al rubro agroecología y participaron muchas mujeres”, contó.

“Más allá de la premiación, lo que más rescato es la posibilidad de encontrarnos y compartir un espacio entre mujeres rurales, eso fue algo muy enriquecedor”, expresó la moldense.

Consideró que este premio “es muy importante porque visibiliza el rol de la mujer en el ámbito rural”. “Fue súper emotivo vivenciar junto a un montón de mujeres que nunca antes habían sido reconocidas por su trabajo”, destacó.

Manifestó que “es muy importante que comencemos a entender el rol de la mujer rural y nos preguntemos por qué está tan invisibilizado”.

Por otra parte, remarcó que “el cambio de paradigma que plantea la agroecología es una transformación muy profunda para la ruralidad” y que va más allá de la no utilización de agroquímicos. En este punto, señaló que “son las mujeres asumiendo el rol principal, pero acompañadas por toda la familia. En los encuentros de agroecología no solamente están las mujeres, sino que participa toda la familia”. Además,la premiada productora ruralremarcó que la “agroecología es una actividad equitativa en la cual las mujeres participan de igual a igual con los hombres”.  

Contó que, según el último censo agropecuario, solamente el 14 por ciento de las mujeres son dueñas de campo con tierras productivas en la provincia de Córdoba.  En cambio, “cuando uno comienza a interactuar en grupos de agroecología, te das cuenta que la participación de la mujer es igual a la del hombre. Esto demuestra que la agroecología le está haciendo lugar a las mujeres”.

Agroecología, una salida a la crisis

Respecto a sus inicios en la agroecología, Luciana Sagripanti contó que empezó trabajando hace 16 años en el campo de su familia. Fue allá por el 2001 y como respuesta a la enorme crisis que atravesó el país.

“Todos sabemos la crisis que vivió la lechería en ese momento. Era un campo que se dedicaba al tambo y a la producción convencional con agroquímicos y rotación de suelos. Entonces, era un tambo muy intensivo que dependía mucho de la alimentación y requería la compra de insumos externos”, relató.

“Durante la crisis del 2001 llegamos a un nivel de endeudamiento insostenible y en ese momento tuvimos que tomar la decisión de si alquilábamos el campo para la siembra de soja y entrábamos en el sistema de contratista o si buscábamos una alternativa para seguir trabajando”, continuó contando Luciana.

En ese contexto, trazaron un análisis de la situación y consideraron que la dependencia de tener que comprar insumos era lo que más comprometía su forma de existencia en el campo. “Entonces empezamos a diseñar una forma de producir para que nuestra subsistencia en el campo no dependiera de las decisiones que tomaba el mercado, si había inflación o no… Una vez que diagnosticamos todas esas cosas que nos ponían en riesgo comenzamos a diseñar una forma de producir que nos independizara, fundamentalmente, de la compra de insumos”, dijo la productora rural mujer.

Así fue como empezaron a generar una producción amigable con el medio ambiente y sin la utilización de agroquímicos. Recordó que “en esa época no se hablaba de agroecología, por eso yo digo que, con el tiempo, la agroecología nos empezó a describir”.

Contó que en ese transitar que implica producir de una manera diferente, sin utilizar agroquímicos y ningún producto de síntesis como fertilizantes, “mucha gente se empezó a acercar para ver qué hacíamos y de alguna forma, empecé a acompañar a algunos productores que estaban decididos a comenzar una transición hacia la agroecología en sus campos”.

Luciana junto a otros productores que iniciaron su transición hacia la agroecología

Por eso, para Luciana este premio que recibió por ser una mujer productora rural, también es “en reconocimiento por la labor que yo realizo en el territorio con otros productores que están haciendo agroecología y buscando la forma de salir de la dependencia de insumos”.

Sobre algunos cuestionamientos que se le hacen a la agroecología que no es rentable, etc., Sagripanti fue contundente y defendió esta forma de producción: “Más allá de la rentabilidad y de un montón de indicadores económicos que poco cuentan sobre el estado de los recursos, sobre a cuánta gente le diste trabajo, hoy el campo que yo habito es un suelo que está vivo, verde, sigue produciendo y lleno de gente que trabaja”, esa es la mejor muestra que la agroecología es un modelo sostenible y sustentable.

“Se puede vivir de la agroecología, eso es algo que yo lo vivencio todos los días. Basta con ver la calidad de vida que tenemos y que hemos logrado que sea un lugar totalmente saludable en donde desarrollar nuestra vida”, afirmó.

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