La Cámara baja logró reunir los dos tercios necesarios y convirtió en ley dos proyectos clave que habían sido vetados por el presidente Javier Milei. Las iniciativas recibieron más respaldo que en sus votaciones originales y ahora deberán ser tratadas en el Senado.
La Cámara de Diputados aprobó este miércoles la insistencia sobre la Emergencia para el Hospital Garrahan y la Ley de Financiamiento Universitario. Ambas propuestas, vetadas previamente por el Poder Ejecutivo, obtuvieron una mayoría más amplia que en septiembre, cuando fueron sancionadas por primera vez.
La Emergencia para el Garrahan recibió 181 votos a favor, 60 en contra y una abstención. En su votación inicial había reunido 159 apoyos. El proyecto establece por un año la asignación prioritaria de recursos, la recomposición salarial del personal de salud y la reversión de cambios en el sistema de residencias. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, la medida demandará $133.433 millones.
La Ley de Financiamiento Universitario reunió 174 votos positivos, 62 negativos y dos abstenciones. En septiembre había cosechado 159 votos afirmativos. El texto dispone la reapertura de paritarias docentes, incrementa los fondos para gastos de funcionamiento y becas, y crea un fondo especial de $10.000 millones actualizado por inflación para fomentar el ingreso a carreras estratégicas. Su impacto presupuestario se calcula en $1,95 billones, equivalente al 0,23% del PBI.
El debate se extendió por más de cuatro horas y expuso fracturas dentro del PRO, con legisladores como Silvia Lospennato, Héctor Baldassi y María Eugenia Vidal votando en sintonía con la oposición. También resultó clave el acompañamiento de Innovación Federal, cuyos diputados habían estado ausentes en la primera votación, y de bloques menores como el MID y Coherencia.
La sesión fue abierta por Cecilia Moreau ante la ausencia de Martín Menem. Con 132 presentes, la oposición logró quórum y, tras un cuarto intermedio, se acordó un esquema de debate acotado para evitar dilaciones que pusieran en riesgo los dos tercios necesarios.
Con esta decisión, la Cámara baja volvió a poner en el centro del escenario la tensión entre la estrategia fiscal del Gobierno y las demandas en salud y educación. Ahora será el Senado el que defina si los vetos del presidente Javier Milei quedan definitivamente sin efecto.