Así se refirió la docente universitaria Elena Berruti a la medida adoptada por el Gobierno de CABA. “Es vergonzoso hablar del lenguaje inclusivo como un generador de violencia”, afirmó.

En las últimas horas se conoció la noticia de que el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires prohibió el uso de lenguaje inclusivo en instituciones educativas de su jurisdicción. “A partir de ahora tienen que respetar las reglas del idioma español, tanto cuando están frente al aula como cuando se dirigen a sus familiares”, anunció el jefe de gobierno de CABA, Horacio Rodríguez Larreta.

En busca de repercusiones sobre esta noticia que generará debate en el ámbito educativo de todo el país, CÓRDOBA HOY dialogó con la docente universitaria y escritora de la ciudad, Elena Berruti, quien calificó a la medida de “extemporánea y antidemocrática” y aseveró que “lo que molesta no es una letra, sino una doble acción política de desnaturalizar la predominancia patriarcal”.

“Como mujer, persona, ciudadana y profesora no me extraña en lo absoluto lo dicho por Larreta, pero prohibir es un acto que tiene efectos graves. Implica castigos para quien incumpla”, advirtió la docente, afirmando que “todes nosotres somos usuaries libres del lenguaje”.

Berruti desestimó los argumentos presentados por el jefe de Gobierno porteño y la ministra de Educación, Soledad Acuña, quienes indicaron que el lenguaje inclusivo genera “nuevas formas de violencia” y que repercuten en el rendimiento educativo de los jóvenes.

En primer lugar, remarcó: “Es vergonzoso que hablen del lenguaje como generador de violencia. Todo lo contrario, intenta representar a quienes no se sienten representades. Debe ser trististimo y es profundamente injusto no sentirse nombrado, porque te sentís fuera de todo colectivo. En todo caso, lo violento es el hecho de llamar a prohibirlo”.

Respecto al efecto del LI en el rendimiento académico, la docente explicó: “Como formadora de formadores te puedo decir que las famosas pruebas a las que someten a docentes y estudiantes tienen un valor neoliberal y neocapitalista de comprobar siempre lo que está mal echándole la culpa a les docentes. Nadie habla de las problemáticas socioeducativas, culturales y familiares de los jóvenes o de las problemáticas salariales de los docentes. Claro, porque lo importante es hegemonizar cortando la posibilidad de usar el lenguaje”.

Berruti salió en defensa de la utilización de las «e», «x» y «@» y detalló cuál es el valor de su llegada a diferentes sectores de la sociedad.

“Si hablamos del lenguaje inclusivo tenemos que decir que es no binario, que trata de escaparle a la repartija femenino-masculino e intenta reparar la deuda generada por una exclusión histórica enquistada en el lenguaje. Es una herramienta más, pero no se trata solo de palabras o una letra e, sino de un paradigma lingüístico naturalizado que excluye a muches, que los deja sin nombrarles, sin hacerles parte de algo”, afirmó.

“Larreta, devenido en lingüista y educador, incurre en un accionar completamente impune. Esperemos que los representantes de los Gobiernos en todo el país no sigan”, señaló la docente de la UNRC, quien al mismo tiempo se mostró preocupada por el impacto que pueda generar en el ámbito educativo provincial. “Córdoba es una mini CABA”, expresó.

Asimismo, la docente celebró que estas acciones abran el debate al resto de la población. “Bienvenida sea la polémica, porque nos da pie para hablar al respecto“, dijo esperanzada sobre una reacción negativa del estudiantado frente a la prohibición.

Por último, dejó ver su inquietud respecto al fin ulterior de esta línea prohibitiva: “Nos tenemos que preguntar qué molesta tanto en el lenguaje para prohibirlo. ¿Hay un mal mayor al que se desea atacar? ¿No será la diversidad a lo que se intenta prohibir?”.

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