El nuevo esquema de derechos de exportación dispuesto por el Gobierno no generaría un aumento significativo en la liquidación de divisas por parte del campo. Analistas advierten que la medida tiene impacto limitado y no resuelve los problemas de fondo.
El Gobierno nacional anunció recientemente una reducción en las retenciones para las exportaciones de productos agroindustriales, con el objetivo de incentivar la liquidación de divisas en un contexto de escasez de dólares. Sin embargo, distintas voces del sector financiero y del mercado advierten que esta medida no será suficiente para generar un flujo significativo de ingresos en el corto plazo.
La percepción general es que el impacto será marginal. A pesar del alivio tributario, los exportadores no estarían en condiciones de aumentar considerablemente el volumen de operaciones, ya sea por factores estacionales, por decisiones comerciales o por un contexto de precios internacionales que no resulta especialmente favorable.
Además, existe incertidumbre sobre el tipo de cambio, lo que desalienta la venta de granos y otros productos del agro. En ese sentido, operadores del mercado señalan que muchos productores prefieren conservar su mercadería a la espera de mejores condiciones, tanto en lo cambiario como en lo político.
Los analistas remarcan que, si bien la reducción de retenciones puede ser un paso en la dirección correcta, se trata de una medida aislada que no resuelve el problema estructural de confianza entre el Estado y el sector exportador. En ese marco, se considera que la medida tiene más valor simbólico o político que efecto real inmediato.
En paralelo, el Gobierno busca mostrar señales de orden fiscal y avanzar con reformas que sostengan su programa económico, mientras la escasez de divisas sigue siendo una de las principales restricciones que enfrenta el plan oficial. La expectativa ahora gira en torno a cómo evolucionará el frente externo en los próximos meses y si habrá incentivos más contundentes para reactivar el ingreso genuino de dólares.