El riocuartense Daniel Olartecoechea, abogado y ex preso político, reflexionó sobre el «Día Nacional del Detenido Desaparecido». Remarcó que para que el país tenga un presente y un futuro hay que hacer memoria para recordar lo que pasó, conocer la verdad y juzgar los delitos de lesa humanidad cometidos por la dictadura militar.

En diálogo con CÓRDOBA HOY, quien fue presidente de la Asociación de Ex Presos Políticos de Río Cuarto dijo que “es un día muy especial para aquellos que hemos sido detenidos en la última dictadura militar y sobrevivimos en relación con quienes fueron detenidos y desaparecidos”.

Aseguró que esta fecha “es una reivindicación muy cara para nosotros y representa un respeto total y absoluto para miles de compañeros de toda una generación y de militancia”. Consideró que esta fecha debe ser recordada y respetada por toda la sociedad en su conjunto porque no se puede dejar pasar “la masacre que la dictadura militar produjo en una gran parte de la población argentina”.

Respecto al discurso negacionista que sigue apareciendo cada vez que se recuerdan hechos de la época más oscura de nuestro país, el ex preso político sostuvo que se trata de “un discurso minoritario” y aseguró que, en general, “está aceptada la figura del detenido desaparecido”.

Sobre este aspecto, indicó que “la mayoría de la población lo tiene claro lo que pasó por todo lo que ha salido en los juicios de delitos de lesa humanidad y por los testimonios que hemos aportado los sobrevivientes”. “Hemos aportado mucho en los juicios, hemos brindado nuestro testimonio y los delitos cometidos en la dictadura militar han quedado con sentencia firme”, agregó.

Respecto a la figura de «desaparecido», un concepto cargado de historia y tristeza, Daniel Olartecoechea expresó: “El desaparecido, tal como lo dijo Videla en aquella famosa conferencia de prensa, es un eufemismo de un asesinato a sangre fría y sin ningún tipo de juicio previo”.

Por tales motivos, consideró que el ejercicio de la memoria no es un ejercicio retrógrado por el cual te quedás anclado en una época determinada de la historia. Afirmó que “el ejercicio de la memoria es lo que nos da presente y futuro”, y agregó que “si no recordamos bien lo que pasó, con verdad y con justicia no podemos tener un futuro concreto como país”.

Olartecoechea dijo que el ejercicio consiste en “volver a esas situaciones, conocer la verdad y juzgarla con todas las garantías constitucionales y, si resulta que una persona o una institución es culpable respecto a lo que pasó tendrá su sentencia. Eso es fundamental para situarnos en el tema, por eso la verdad, la memoria y la justicia están indisolublemente unidas”.

Tristes recuerdos

El ex preso político manifestó que estos días que invitan a ejercitar la memoria también implica volver a transitar tristes recuerdos vivenciados con compañeros que ya no están, los detenidos desaparecidos.

“Son compañeros con quienes hemos compartido situaciones comunes y ya no están con nosotros. No están para volver a discutir, no podemos debatir con ellos el país que se está construyendo. Los 30.000 desaparecidos no pueden opinar, no están y es una parte importantísima de esa generación”, expresó Olartecoechea.

Sostuvo que la falta de esa generación de desaparecidos se nota diariamente en la falta de políticos. Remarcó que los desaparecidos eran una parte importante de futuros dirigentes que “le hubiesen dado un mayor sentido a la justicia social para crear una sociedad mejor que era lo que se pretendía con la militancia”.

Violencia institucional

Sobre los hechos de público conocimiento ocurridos días atrás frente al domicilio de la vicepresidenta Cristina Kirchner que derivó en una represión de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires contra los militantes y vecinos que se acercaron a brindar su apoyo a la funcionaria nacional, el expreso político dijo que no hay parangón con lo ocurrido durante la dictadura, aunque advirtió y se mostró preocupado por la violencia institucional.

“El empleo de la violencia policial con gente que, de última instancia, estaba en la vereda de la casa de Cristina Fernández de Kirchner realmente es insólito”, opinó.

Daniel Olartecoechea reiteró que lo ocurrido con tantos policías en el lugar fue definitivamente algo muy llamativo. “Es insólito el despliegue, es insólito que lo haga la policía de la Ciudad cuando según la Constitución lo tiene que hacer la Policía Federal y es insólito el vallado y la cantidad de policías, como así también el despliegue mecánico con camiones hidrantes”, remarcó.

Remarcó que son hechos que no deben pasar desapercibidos porque si bien la decisión Horario Larreta no generó un desenlace tan triste como en otras épocas de la historia argentina, “sí hay una violencia institucional” y en este punto advirtió: “Hay que tener mucho cuidado con ella para que no dé un paso más”.

El mismo día que la masacre de Trelew

Aquel 22 de agosto de 1972, una vez conocida la noticia de lo ocurrido en Trelew, estudiantes de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño (FAUD) de la Universidad Nacional de Córdoba, entre quienes estaba Daniel Olartecoechea, organizaron una asamblea para discutir las medidas a tomar por los fusilamientos.

Todo cambió a media tarde cuando desde el piso superior de la FAUD comenzaron a ingresar por la fuerza policías de la provincia de Córdoba armados. Las fuerzas de seguridad golpearon, insultaron y maltrataron a los estudiantes mientras los hacían formar dos filas y, más tarde, por el largo pasillo de la Facultad los hicieron salir hacia los camiones y se los llevaron detenidos sin ninguna causa.

Los varones, entre ellos Daniel, fueron trasladados al Cabildo, que en ese momento funcionaba la Jefatura Superior de la Policía. Estuvieron 3 días detenidos y le armaron un prontuario a cada uno, les sacaron una foto y les tomaron las huellas dactilares.

Dos años más tarde, fue apresado en la Unidad Regional N° 9 (UR9) de Río Cuarto. El fundamento de su detención era una lista de nombres que había sido publicada en un diario provincial en donde figuraba como uno de los responsables del copamiento a la fábrica militar.

Memoria, verdad y justicia

Olartecoechea representa al Municipio de Río Cuarto como querellante de la Causa Gutiérrez, que nuclea los delitos que se cometieron durante la última dictadura militar en Río Cuarto y el sur de la provincia. También pretende cruzar los datos de los 700 estudiantes que fueron detenidos ese 22 de agosto del 1972.

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