El acusado admitió el crimen, pero cuestionó la calificación legal de la causa. “Soy responsable, pero no un femicida”, afirmó ante el jurado popular.
El juicio por el femicidio de Catalina Gutiérrez entró en una etapa clave con la declaración de Néstor Soto, el único imputado por el crimen ocurrido en la ciudad de Córdoba. En su testimonio ante el jurado popular, Soto admitió su responsabilidad, aunque intentó desvincularse de la figura de femicidio: “Soy un homicida, pero no un femicida. Voy a defenderme de las acusaciones de que lo planeé o de que fue por celos”.
A lo largo de su declaración, el acusado manifestó arrepentimiento y aseguró que su intención no era asesinar a la joven. “El arrepentimiento está desde que me detuvieron”, expresó, y añadió: “Mi vida era perfecta, extraño mi vida normal”. Sin embargo, el fiscal Marcelo Sicardi sostuvo una hipótesis distinta y decidió modificar la imputación, cambiando el agravante de alevosía por la figura de “criminis causa”, argumentando que Soto habría asesinado a Catalina para ocultar los golpes previos que le había infligido.
En la jornada también prestaron testimonio varios testigos, entre ellos la madre y el novio de la víctima, así como la abuela de Soto. Mientras que algunos intentaron describir al acusado como una persona con problemas de salud mental, otros lo señalaron como un individuo tóxico y manipulador con rasgos psicopáticos.
Por su parte, compañeros de la pareja detallaron que la relación entre Catalina y Soto había cambiado con el tiempo. “Al inicio parecían amigos, pero después él empezaba a exigir cosas”, relataron.
El fiscal Sicardi también cuestionó la estrategia de la defensa, que según él intentó instalar la idea de que el acusado no estaba en condiciones de ser juzgado. No obstante, su abogada, Ángela Milena Burgos Niño, afirmó ante los medios que Soto “está en condiciones” de enfrentar el proceso judicial.
El juicio continúa y se espera que en los próximos días declaren más testigos que puedan aportar nuevos elementos a la causa. Mientras tanto, familiares y allegados de Catalina exigen justicia y la condena máxima para el acusado.
