En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer las diferentes agrupaciones que integran el Movimiento Social y Popular Ni Una Menos Río Cuarto realizaron una «Feria Transfeminista» en el Parque Sarmiento y luego marcharon hasta la plaza San Martín.
Durante la concentración en la hisótica plaza, diferentes integrantes del Movimiento leyeron un documento en donde analizaron el contexto actual, enumeraron las diversas formas de violencia y exigieron polítcas de Estado para abordar la problemática en todas sus dimensiones.
Indicaron que «las medidas que se toman para resolver los casos de violencia en los barrios están alejadas de las condiciones de vida de las compañeras, por lo que la supervivencia termina dependiendo del sostenimiento y la organización de otras compañeras. Las intervenciones del Estado reproducen la marginación, son intervenciones clasistas, racistas y punitivistas».
Manifestaron que para dar la batalla contra las violencias y «para transformar las realidades violentas en
las que vivimos nosotras y nosotres, es necesario un presupuesto real, creatividad y una transversalización de las políticas públicas».
Para tales fines, exigieron equipos de acompañamiento con presencia en los territorios; herramientas del Estado para las organizaciones, para la comunidad que ya está organizada y que funciona como agente de prevención. «En los territorios, todos los días estamos construyendo estrategias para resolver las situaciones que se presentan, mientras el Estado está ausente. Por eso, reconocer las tareas de cuidado es reconocer las luchas invisibles de mujeres trans y travestis en nuestros territorios, es también reconocer las tareas militantes de quienes se organizan en comunidad», afirmaron.




«La deuda es con nosotres»
Las integrantes del Movimiento Social y Popular Ni Una Menos Río Cuarto expresaron que el hambre, la falta de trabajo y acceso a la vivienda son violencia, como también lo son el deterioro del sistema de salud, del sistema educativo y el salario de sus trabajadores. De la misma manera, consideraron que es violencia la ausencia de salud mental, el alimento contaminado con agrotóxicos y la tierra concentrada en manos de unos pocos, son violencia.
«El no reconocimiento del trabajo en la economía popular, y de las tareas de cuidado, son violencia. La persecución a nuestres líderes sociales y políticxs, es violencia. Por eso necesitamos Tierra, Techo, Trabajo y Educación para erradicar las violencias», expresaron.
La Justicia revictimiza
En otra parte del documento, señalaron que «el sistema judicial revictimiza a mujeres, niñes y jóvenes, permanentemente. El modo de abordar las situaciones de abuso de menores pone bajo sospecha a las madres, mantiene vulnerable a las infancias y estigmatiza a les jóvenes. Exigimos a les funcionarios públicos del poder judicial que protejan a les sobrevivientes de situaciones de abuso y violencia sexual».
En este marco, soliciaron que se democraticen y auditen los desempeños de quienes trabajan en la justicia. «Necesitamos un abordaje integral, donde profesionales de la salud mental, abogados y jueces se capaciten y comprometan con la lucha por una vida libre para nuestres hijes. Les niñes no mienten. Basta del Síndrome de Alienación Parental», reclamaron.
Reforma judicial
Por otra parte, el Movimiento Social y Popular Ni Una Menos Río Cuarto reclamaron por una reforma judicial transfeminista, federal y popular.
En esta línea señalaron que «el Partido Judicial debe dejar de atacar los derechos del pueblo. En democracia es inadmisible que cuatro personas decidan sobre la vida de 47 millones de argentinas y argentinos. Estos cuatro jueces de la Corte Suprema son quienes terminan decidiendo qué comemos, cuándo lo hacemos, qué servicios de telecomunicación usamos, quién es digno de justicia y quién no».
Por último, expresaron que las violencias están organizadas, no son hechos aislados, sino «el resultado de la concentración del poder económico en pocas manos». «Son el resultado de un proyecto imperialista, colonizador y neoliberal que trabaja de manera sutil y articulada para consolidar la miseria programada a fin de someter a los pueblos y condicionarles en el ejercicio de su soberanía política e independencia económica», afirmaron.