Dos varones y una niña llegaron al mundo de manera prematura, a las 31 semanas de gestación. Evolucionan favorablemente y reciben atención especializada, al igual que su mamá, en un caso único atendido por la institución durante 2025.
La Nueva Maternidad Provincial fue escenario de un nacimiento poco frecuente durante este año: trillizos. Se trata de dos varones y una niña que nacieron a las 31 semanas de gestación y que, pese a la prematurez, presentan una evolución clínica favorable. Los bebés permanecen internados en la unidad de terapia intensiva neonatal, donde son monitoreados de manera permanente por equipos interdisciplinarios, mientras que su mamá también se encuentra en buen estado de salud.
El embarazo fue trigemelar, con dos placentas y tres bolsas amnióticas, y constituyó el único caso de estas características atendido por la institución a lo largo de 2025. Emir y Elías, los dos bebés que compartían placenta, nacieron con un peso de 1.800 y 1.715 kilos respectivamente, mientras que Emily, la tercera en nacer, pesó 1.595 kilos. Actualmente, ninguno de los tres requiere soporte respiratorio, toleran la alimentación y no presentan complicaciones asociadas.
La madre, Lorena Quinteros, de 25 años y oriunda de Cruz del Eje, fue derivada a la Nueva Maternidad Provincial en la semana 14 de gestación, al tratarse de un embarazo de alto riesgo. Desde ese momento, fue seguida de manera periódica por el equipo de Medicina Fetal, con controles quincenales que permitieron un seguimiento cercano y sin mayores inconvenientes hasta el tramo final, cuando presentó diabetes gestacional que pudo ser controlada.
La tocoginecóloga especialista en medicina materno-fetal, Alicia Mazer Zumaeta, destacó que el proceso requirió un trabajo coordinado y sostenido de todo el equipo profesional, con monitoreos constantes y comunicación permanente con la paciente. En ese sentido, subrayó la importancia de contar con un hospital de alta complejidad para afrontar situaciones de este tipo.
El nacimiento se produjo mediante una cesárea programada a las 31 semanas, para la cual se conformaron tres equipos de recepción independientes, cada uno integrado por médicos neonatólogos, especialistas, personal de enfermería y equipamiento de alta complejidad. Tras el parto, los recién nacidos quedaron a cargo de la Unidad de Terapia Intensiva Neonatal, especializada en la atención de bebés prematuros.
La pediatra neonatóloga Fernanda Presotti, responsable de la UTI 1, explicó que el acompañamiento posterior al nacimiento es resultado de un trabajo interdisciplinario que incluye médicos, enfermeros, psicólogos y trabajadores sociales, lo que permite abordar de manera integral tanto la evolución clínica de los bebés como el acompañamiento familiar.
Actualmente, Lorena y su pareja se alojan en la Residencia para Madres de la Maternidad Provincial, lo que garantiza la permanencia junto a sus hijos durante la internación. Además, la familia recibe apoyo a través de distintos programas, como el de Voluntarias Abrazadoras, que promueven el contacto piel con piel, y el Programa de Protección de la Embarazada y su Bebé, que brinda insumos y acompañamiento para los controles necesarios. La mamá destacó la contención y la calidad humana recibida desde el primer día, resaltando el acompañamiento constante del personal de la institución.

