El movimiento feminista y transfeminista volvió a conquistar las calles riocuartenses para manifestarse contra los femicidios y la violencia de género. A siete años del primer Ni Una Menos, el reclamo por justicia y políticas públicas para terminar con este flagelo sigue vigente.

Con las consignas #NiUnaMenos #VivasLibresyDesendeudadesNosQueremos distintas agrupaciones feministras, políticas, sociales y barriales marcharon por las calles de la capital alterna de la provincia de Córdoba para volver a reclamar por el fin de la violencia de género.

A pesar del frío, una gran cantidad de personas se congregaron esta tarde en plaza Roca y luego marcharon por la ciudad, en el marco del séptimo aniversario de la primera movilización de #NiUnaMenos en nuestro país.

Anahí Mazzoni, integrante del colectivo Ni Una Menos de Río Cuarto, dijo que este 3J tuvo un tiente particular porque “es el primero que nos pudimos reencontrar en las calles desde el comienzo de la pandemia”.

En diálogo con CÓRDOBA HOY, la referente local de Ni Una Menos expresó: “A pesar del frío mucha gente se sumó y de diferentes organizaciones lo cual demuestra la gran organización feminista y transfeminista que hay en Río Cuarto. También acompañaron familiares de víctimas de femicidios, abusos y violencia de género”.

Afirmó que los reclamos tuvieron que ver, por un lado, con el pedido de justicia en términos más generales. “No tanto desde el pedido mayores castigos que implican una perspectiva más punitivista, sino más bien pensarlo desde una dimensión más política. Por eso el reclamo apuntan a las condiciones estructurales que hacen a las diversas violencias de género y nuestro reclamando por tierra, techo y trabajo”.

Por otra parte, los reclamos apuntan a terminar con la Justicia patriarcal y avanzar en «una reforma judicial transfeminista con una perspectiva en derechos humanos, popular y que garantice el acceso al sistema de justicia para mujeres, lesbianas, bisexuales, travestis, trans y no binaries».

Anahí Mazzoni manifestó que la lucha contra la violencia de género implica la puesta en marcha de políticas públicas transversales que involucren “el acceso a la vivienda, a la educación, el trabajo, una alimentación digna y que todo esto se institucionalice con un presupuesto real”.

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“En el ámbito de la prevención el reclamo es por tierra, techo y trabajo, y en el de la justicia es celeridad, reparación y no revictimización”

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Respecto a estos siete años que han pasado desde aquella primera movilización histórica de Ni Una Menos, la joven feminista destacó que se ha avanzado en la organización.

En este sentido, afirmó que “hay una enorme organización de las comunidades, hay redes feministas y transfeministas que previenen situaciones de violencias, femicidios y que también están presentes para colaborar en la alimentación a través de las ollas populares”.

Por último, respecto al accionar de la justicia, Mazzoni aseguró que es necesario que se empiecen a revisar cómo están conformados los equipos interdisciplinarios que trabajan en las cuestiones que tienen que ver con el género.

Las movilizaciones se multiplicaron en diferentes lugares del país. Otra de las demandas de las organizaciones feministas fue «la aplicación de la Ley de IVE en todo el país. ¡Niñas, no madres!» al tiempo que se pidió por la «efectivización de la Educación Sexual Integral ¡YA! Por una ESI con perspectiva de discapacidad, educación inclusiva y feminista».

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