La concejala de Río Cuarto por Política Abierta, Miriam Rodríguez Salvatierra, trazó un balance de la actividad parlamentaria en sus últimos días como legisladora local. Señaló que tras la destitución de Pablo Carrizo quedó muy sola. Por otra parte, manifestó que para que la gente vuelva a creer en la política “hay que cambiar la forma de conversar con el vecino”.

En una entrevista que brindó al programa radial «La Propaladora», la concejal y presidente del bloque Política Abierta dijo que tras la destitución de Pablo Carrizo del Concejo Deliberante por violencia de género tuvo que hacerse cargo de todo el bloque. “Fue muy difícil porque tuve que aprender a estar en todas las comisiones. Me tocó manejar un bloque totalmente sola”, expresó.

En esta línea, Rodríguez Salvatierra agregó: “Después de lo sucedido con mi compañero Pablo Carrizo me quedé sola, teniendo que presidir el bloque y asistir a todas las comisiones”. También cuestionó que en el poder legislativo local “a la segunda minoría no se le presta atención”.

Haciendo un balance del último periodo legislativo en el Concejo Deliberante, la edil de Política Abierta expresó: “A veces las situaciones difíciles te dejan los mejores aprendizajes y así ha sido mi experiencia en el Concejo”.

A pesar de eso, Rodríguez Salvatierra dijo que finaliza su rol como concejal de Río Cuarto muy contenta y satisfecha “porque cumplí con la gente que confió en mí, no falté nunca a mi trabajo y di lo mejor. Hice todo lo que pude con las herramientas que tuve”.

La concejala de la segunda minoría sostuvo que las alianzas que integraban su bloque consideraban que no era importante asistir a las comisiones con lo cual “yo no estaba de acuerdo porque no podés después ir al recinto a votar sin saber lo que se habló”. Además, señaló que “en el trabajo hay que cumplir porque después pasa lo que sucedió con el resultado de las últimas elecciones, en donde el 50% no fue a votar porque ve que hay funcionarios que cobran y no trabajan”.

Miriam Rodríguez Salvatierra dijo que ella puede dormir tranquila porque cumplió con su trabajo, no vivió de arriba con el dinero de los ciudadanos y siempre tuvo un trato respetuoso con los demás bloques del Concejo Deliberante.

Respecto a apatía que tiene la gente de los políticos, la concejala consideró que para revertir eso y que los vecinos vuelvan a creer en la política “hay que realizar cambios de raíz en la forma de conversar con el vecino, hay que acercarse más a la gente y dejarla que participe más”.

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