Desde la apertura parcial del cepo en abril, el Gobierno nacional destinó millonarias intervenciones para contener la cotización de la divisa, pero no logró estabilizar el mercado cambiario. Casi la mitad de los fondos se usaron tras la derrota electoral en Buenos Aires.

El Gobierno de Javier Milei destinó cerca de USD 10.500 millones desde abril para intentar mantener a raya la cotización del dólar dentro de la banda cambiaria oficial, según un informe de la consultora Quantum Finanzas, dirigida por el exsecretario de Finanzas Daniel Marx.

De acuerdo al relevamiento, casi la mitad de esas divisas se utilizaron después de la derrota electoral en la provincia de Buenos Aires, el 7 de septiembre, un resultado que debilitó la capacidad política del oficialismo para avanzar con reformas económicas clave en materia laboral, tributaria y previsional.

Las intervenciones incluyeron ventas directas de dólares, operaciones en el mercado de futuros y emisión de deuda vinculada al tipo de cambio, entre otras medidas implementadas por el Banco Central (BCRA) y el Tesoro Nacional. Pese a los esfuerzos, la presión sobre el peso continuó, y el Gobierno recurrió a Donald Trump en busca de apoyo financiero ante el riesgo de una nueva devaluación.

Dos etapas de intervención

El análisis de Quantum distingue dos períodos. El primero va desde la flexibilización del cepo cambiario, el 15 de abril, hasta el 5 de septiembre. En ese lapso, las intervenciones netas acumularon el equivalente a USD 5.854 millones, principalmente mediante ventas de contratos de dólar futuro.

El segundo tramo abarca desde el 8 de septiembre hasta el 8 de octubre, cuando el BCRA vendió en el mercado de futuros unos USD 740 millones y USD 1.110 millones en el mercado oficial de cambios. En esos días, la autoridad monetaria intervino para sostener el valor del dólar dentro del límite superior de la banda establecida.

Luego, el Tesoro asumió el rol de estabilizador cambiario, primero comprando y luego vendiendo divisas. Según Quantum, las compras iniciales —por unos USD 1.900 millones— se realizaron durante la liquidación de exportaciones agropecuarias con retenciones cero. Finalizado ese período, el Tesoro pasó a vender dólares por un monto acumulado estimado en USD 1.952 millones, con un promedio diario que llegó a superar los USD 400 millones.

Endeudamiento y dólar futuro

En paralelo, a fines de septiembre, el Tesoro emitió instrumentos ajustados por el tipo de cambio (USDL) por más de USD 3.000 millones, y concretó un canje de deuda con el BCRA por otros USD 4.000 millones, entregando títulos USDL a cambio de bonos a tasa fija.

El informe advierte que estas herramientas —como la venta de dólar futuro o la emisión de deuda vinculada al tipo de cambio— son “sustitutos imperfectos” de la venta directa de divisas, y no logran eliminar la presión sobre el mercado cuando crece la demanda de dolarización.

Un problema histórico

La tensión cambiaria vuelve a poner en evidencia una de las principales debilidades estructurales de la economía argentina: la incapacidad de estabilizar el valor del dólar. Desde la década del ’70, distintos gobiernos intentaron liberar el tipo de cambio sin éxito sostenido.

El único esquema que logró mantener la cotización estable durante una década fue la convertibilidad, entre 1991 y 2001, aunque su final marcó una profunda crisis económica y social.

Hoy, el desafío del Gobierno libertario pasa por encontrar un equilibrio entre la libre flotación y la estabilidad cambiaria, en un contexto de escasez de reservas, alta incertidumbre política y una inflación que sigue presionando sobre el bolsillo de los argentinos.

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