El canciller argentino, Gerardo Werthein, se reúne este martes en la Casa Blanca con el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio. La jugada del Gobierno.
El canciller argentino, Gerardo Werthein, aterriza este martes en Washington para reunirse con el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, con un objetivo concreto: fijar la fecha del encuentro entre el presidente Javier Milei y Donald Trump en la Casa Blanca.
La cita, que el gobierno libertario enarbola como un trofeo diplomático, llega en un momento de máxima tensión económica, justo cuando Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), acaba de elogiar el ajuste de Milei como “impresionante” y se prepara el terreno para un nuevo acuerdo financiero. Sin embargo, el horizonte se ensombrece con la presión cambiaria, la incertidumbre de los mercados y un nuevo golpe en ciernes: los aranceles recíprocos que Trump podría anunciar mañana, 2 de abril, y que incluirían a Argentina en su mira proteccionista.
La reunión Werthein-Rubio, confirmada por Cancillería, no es solo una cuestión de agenda presidencial. En el trasfondo late la necesidad de alinear el respaldo de Estados Unidos –peso pesado en el directorio del FMI– para destrabar un préstamo que el gobierno estima en u$s20.000 millones. Georgieva, en una conferencia reciente, calificó el primer año del plan económico de Milei como “uno de los casos más impresionantes de la historia reciente” y, según reveló a Reuters, consideró “razonable” un desembolso inicial del 40% –unos u$s8.000 millones– como puntapié del nuevo programa. El Gobierno quiere un mayor desembolso.
Aunque el FMI reitera su apoyo al “pueblo argentino”, la vaguedad sobre condiciones y plazos alimenta las dudas. ¿Será suficiente ese guiño para calmar a unos mercados que vieron al dólar blue trepar a $1.325 y al CCL rozar los $1.300, mientras el Banco Central sostiene el oficial tras quemar casi u$s1.800 millones en dos semanas.
Fuente: Ámbito