El intendente de Villa María declaró durante tres horas ante la fiscal Juliana Companys, luego de haber dilatado en tres oportunidades su presentación en la Justicia.

Luego de haber postergado el llamado a declaratoria en tres oportunidades, finalmente el intendente de Villa María, quien está acusado de ejercer violencia de género contra su ex pareja, fue indagado el martes por la fiscal Juliana Companys. El mandatario está acusado de “lesiones leves calificadas por el vínculo”.

En una declaración que se extendió por tres horas, Gill se refirió a dos de los hechos que se le endilgan -son tres- y negó el contenido de la acusación 

En ese sentido, en declaraciones a Radio Universidad de Córdoba, la fiscal Companys sostuvo que el intendente “recibió preguntas, aclaró los puntos que él consideraba y se lo indagó por dos hechos, no, por tres atento que uno de los hechos por ahora no está corroborado por la Fiscalía”.

Los hechos que originaron la acusación

La investigación comenzó en marzo de este año, cuando una ex pareja de Martín Gill, se presentó ante la Justicia para denunciar que padecía violencia física y amenazas por parte del intendente de Villa María.

Luego de la denuncia, Martín Gill se presentó en la Unidad Judicial, para devolver elementos que la mujer había dejado en la casa del mandatario y que, por la situación denunciada, estaba impedida de ir a buscarlos.

Ese día, se conoció que el intendente de Villa María estaba imputado por lesiones leves y amenazas en contra de quien era su novia.

En un primer momento, la víctima tuvo custodia policial, por haber manifestado temor por el entorno del intendente, pero eso se discontinuó. Se trata de Lourdes Astudillo, quien días atrás brindó una entrevista al medio digital La Marea Noticias y brindó detalles de su vínculo con el intendente.

“La relación avanzó algunos meses hasta que Lourdes, mamá de dos hijos de una pareja anterior con quien mantiene muy buena relación, quedó embarazada y a la semana de confirmarlo y contarselo a Gill quien la obligó, mediante violencia psicológica, a interrumpir la gestación con pastillas. Ese hecho marcó un punto de inflexión y sumió a Lourdes en una crisis ya que ella deseaba continuar ese embarazo. Fue en ese momento cuando,  según cuenta, comenzaron los episodios de control en un primer momento, y de violencia física después, llegando a sufrir golpes, zamarreos, empujones y a ser arrastrada por los escalones de una escalera por parte del intendente de Hacemos Unidos por Córdoba en Villa María”, relataron desde La Marea.

Cabe recordar que hay una orden de restricción para ambas partes – la denunciante y Gill- en relación al acercamiento.

Tras esta indagatoria, ahora las partes tendrán acceso al expediente y podrán aportar lo que consideren importante para fortalecer las posiciones contradictorias entre la acusadora -que interviene como querellante con la representación de la abogada Florencia Vottero- y el acusado.

Fuente: Cba24N

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