El ministro de Economía encabezará la apertura del principal encuentro empresario del país. Buscará transmitir estabilidad macroeconómica y alentar nuevas inversiones, mientras los industriales reclamarán por reformas laborales y tributarias para recuperar competitividad.
El ministro de Economía, Luis Caputo, será el encargado de abrir este jueves la 31ª Conferencia Industrial de la Unión Industrial Argentina (UIA), donde convocará a los empresarios a acelerar las inversiones una vez despejado el panorama político y buscará reforzar la confianza en el rumbo económico del Gobierno.
Bajo el lema “El futuro se produce hoy”, el encuentro reunirá a los principales referentes del sector productivo en un contexto de expectativas y tensiones. Mientras Caputo defenderá la estabilidad macroeconómica y el actual modelo de apertura, los industriales insistirán con reclamos de reformas estructurales en materia laboral y tributaria, que consideran esenciales para “nivelar la cancha” frente a la competencia internacional.
Los empresarios apuntan a una reducción de la carga impositiva y a una modernización de las leyes laborales que facilite la contratación formal. Sin embargo, el Gobierno ha postergado la presentación de proyectos concretos hasta después del recambio legislativo del 10 de diciembre.
En su exposición —prevista para las 9 de la mañana, luego del discurso de bienvenida de Martín Cabrales, presidente de la Conferencia— Caputo buscará dar garantías de que “no habrá más eventos disruptivos” y que el país mantendrá una macroeconomía estable, tanto para atraer capital financiero como inversiones productivas.
El cierre de la jornada estará a cargo del flamante ministro del Interior, Diego Santilli, aunque no se espera participación del presidente Javier Milei.
En la antesala del encuentro, Cabrales advirtió sobre la crisis que atraviesan las pymes y la alta presión fiscal que enfrentan: “Argentina necesita dar trabajo y formalidad, porque la economía informal es más dañina que las importaciones”, sostuvo. También reclamó una “carga tributaria menor” y advirtió que muchas pequeñas empresas “están en una situación agobiante, al punto de que pagar un juicio hoy podría implicar cerrar”.


