En lo que va del años la cuota de los colegios privados subió, en promedio, un 40%. Incluso llega al 90% si se compara con los valores de las cuotas del mes de diciembre del año pasado. Desde Sadop Río Cuarto manifestaron que eso no se traslada en una mejora salarial para los educadores.

Sobre este tema dialogamos con Javier Cané, secretario gremial del Sadop Río Cuarto, quien brindó detalles de las actualizaciones que los colegios privados de la ciudad realizaron en las cuotas que mensualmente deben abonar los estudiantes y también sobre la situación salarial de los docentes.

Según Cané, en las instituciones educativas de gestión privada de Río Cuarto, la actualización de las cuotas desde el mes de marzo a esta parte llega hasta el 40 por ciento en promedio. Indicó que algunos colegios aumentaron mucho más y otros un poco menos.

El dirigente gremialista advirtió que en algunos colegios el incremento de la cuota llegó al 90 por ciento si la comparación se hace respecto a diciembre de 2021. Explicó que algunas instituciones educativas decidieron aumentar menos la cuota durante la pandemia y también hubo instituciones (las menos) que decidieron acompañar el difícil momento económico de las familias y congelaron el monto, lo cual representó un gran atraso en el valor y ahora tuvieron que dar un aumento de golpe que impactó negativamente en el bolsillo de las familias de los estudiantes y despertó críticas y quejas de los padres de los alumnos.

El aumento no llega al salario docente

Ante estos indicadores y considerando las diferencias que se observan entre los diferentes colegios de gestión privada con financiación del Estado y los privados autofinanciados, Javier Cané manifestó que hay un punto en común: “El precio de las cuotas sigue la curva de la inflación y se ubica por encima de los incrementos salariales”.

El secretario gremial del Sadop manifestó que «los aumentos de las cuotas están desacoplados de los incrementos salariales”. Aseguró que la actualización de la cuota siempre está por encima de los aumentos de los sueldos. En otras palabras, el porcentaje de incremento que pagan las familias de los estudiantes a las instituciones educativas no se traslada proporcionalmente en mejoras salariales para los docentes.

Manifestó que en lo que va del año los docentes recibieron solamente un incremento del 30 por ciento y ahora comenzaron las negociaciones para lograr una mejora de acá a fin de año.

Javier Cané sostuvo que desde hace cuatro años el salario docente corre de atrás a la inflación. Indicó que el salario testigo está en el orden los 83 mil pesos cuando la canasta básica total, determinante de la línea de pobreza, en julio superó los 119 mil pesos, según el informe elaborado por el Departamento de Estadísticas y Tendencias del Centro de Almaceneros y Comercios Minoristas de Córdoba.

Dijo que para encontrar cierta paridad entre el salario más bajo de un docente y la canasta básica es necesario remitirse al 2015. Después de ese año, “nuestro salario se fue deteriorando y fuimos perdiendo poder adquisitivo como la mayoría de los argentinos”, concluyó.

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