En el cierre de 2025, el gobernador avanzó con una nueva reestructuración del Ejecutivo provincial. Se eliminan las carteras de Ambiente y Desarrollo Humano, que pasan a ser secretarías, y Marcelo Rodio asumirá la conducción de la Agencia Córdoba Cultura.

El gobernador Martín Llaryora volvió a mover fichas en la estructura del Gobierno de Córdoba y dispuso una nueva reorganización del Gabinete en el tramo final de 2025. La decisión incluye la supresión de dos ministerios y la reasignación de funciones dentro del esquema ejecutivo, en una señal de ajuste político y administrativo de cara al próximo año.

Según se confirmó este domingo, las carteras de Ambiente y Economía Circular y de Desarrollo Humano dejarán de existir como ministerios y pasarán a integrarse como secretarías dentro de los ministerios de Educación y Salud, respectivamente. De este modo, el Ejecutivo provincial reduce su estructura ministerial y concentra áreas que considera estratégicamente vinculadas.

En paralelo, uno de los movimientos más relevantes en términos políticos es la designación de Marcelo Rodio al frente de la Agencia Córdoba Cultura. El actual secretario de Transporte, dirigente cercano a Llaryora desde sus primeros pasos de gestión, asume así un rol clave en el área cultural, consolidando su peso dentro del armado provincial.

Con estos cambios, el Gobierno cordobés pasa de una estructura inicial de 14 ministerios y 10 agencias a un esquema actual de 12 ministerios y cinco agencias, a solo dos años de iniciada la gestión. La modificación se suma a la reciente creación del Ministerio de Vinculación y Gestión Institucional, anunciada a comienzos de diciembre y actualmente conducida por Miguel Siciliano.

En cuanto a los funcionarios que encabezaban las carteras eliminadas, se confirmó que Victoria Flores mantendrá su rango jerárquico y quedará al frente de la nueva Secretaría General de Educación y Ambiente, que dependerá del Ministerio de Educación a cargo de Horacio Ferreyra. En tanto, Liliana Montero asumirá como secretaria General de Salud y Desarrollo Humano, bajo la órbita del ministro Ricardo Pieckenstainer.

El reordenamiento deja abierta la incógnita sobre si este será el último movimiento de Llaryora antes del inicio de 2026 o si aún restan nuevos cambios en la estructura del Ejecutivo provincial, en un contexto marcado por la necesidad de mostrar gestión, orden interno y proyección política.

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