Las exportaciones de manufacturas de origen agropecuario (MOA) registraron en octubre un crecimiento histórico, consolidándose como un pilar fundamental del comercio exterior argentino.
Según el último informe de Intercambio Comercial Argentino (ICA) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), las MOA alcanzaron los 2.867 millones de dólares, lo que representa un incremento del 69,7% en comparación con el mismo mes de 2022. Este aumento no solo posicionó a octubre como el mes con mayor valor exportado desde julio de 2022, sino que marcó la mayor suba interanual en casi tres años.
En un contexto económico desafiante, las MOA representaron 4 de cada 10 dólares ingresados al país en octubre, evidenciando la relevancia del sector agropecuario en el desempeño económico nacional. Este segmento fue el principal motor detrás del crecimiento general del comercio exterior, que aumentó un 30% interanual. En comparación, los productos primarios crecieron apenas un 1,8%, mientras que las manufacturas de origen industrial (MOI) y los combustibles y energía registraron incrementos del 22,4% y 2,9%, respectivamente.
Soja y maíz: pilares del crecimiento
El incremento de las exportaciones agroindustriales fue impulsado principalmente por los subproductos de la soja y el maíz. La harina de soja lideró las ventas con 986 millones de dólares, un 86,5% más que en octubre del año pasado, mientras que el aceite de soja alcanzó los 625 millones de dólares, registrando un espectacular aumento del 197,4%. Este crecimiento se explica en parte por el repunte de los precios internacionales de los aceites vegetales.
El maíz, por su parte, aportó 534 millones de dólares, consolidándose como uno de los principales productos exportados. Sin embargo, el trigo fue la gran sorpresa del mes, con un crecimiento interanual del 229,5%, lo que lo posicionó como el producto con mayor variación positiva en las exportaciones de octubre.
Impacto en la economía nacional
El desempeño del sector agroexportador reafirma su rol como generador de divisas y su capacidad para dinamizar la economía argentina en momentos críticos. Estos resultados no solo fortalecen las cuentas externas del país, sino que también subrayan la importancia de políticas que potencien la competitividad y la sostenibilidad del agro como motor económico.
En un panorama donde el comercio exterior es clave para superar desequilibrios económicos, el agro argentino sigue demostrando su capacidad para adaptarse a los desafíos globales y consolidarse como un actor estratégico en los mercados internacionales.