En un gesto solidario que también celebra el trabajo con conciencia ambiental, la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) comenzó esta semana la entrega de 120 kilos de miel producida en su propio campo experimental a comedores y centros comunitarios de la ciudad.
La distribución arrancó este lunes en los barrios Alberdi y San Eduardo, y continuará en los próximos días en otros sectores como Banda Norte, alcanzando polideportivos, comedores y espacios donde se desarrollan actividades culturales, deportivas y de apoyo escolar.
Detrás de cada frasco de miel hay mucho más que un alimento: hay ciencia, compromiso social y una apuesta por la sustentabilidad. “No es fácil la situación de los merenderos”, destacó Lucía Petroff, coordinadora de los consejos barriales, quien subrayó el valor de esta colaboración con instituciones que “brindan una copita de leche a chicos y chicas que van a talleres, a jugar o a estudiar”.
Antonia Oggero, coordinadora del Consejo Social de la UNRC, explicó que esta acción se enmarca en la misión de “llegar al territorio”, y lo hace de manera concreta, con un producto de calidad generado por el programa de Apicultura, parte de la Secretaría de Extensión de la universidad.
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La miel entregada forma parte del excedente de una producción total de aproximadamente 630 kilos, obtenida de 22 colmenas ubicadas en el campo de docencia y experimentación de la Facultad de Agronomía y Veterinaria. “Estamos contentos de seguir con esta tarea. Es un trabajo que hacemos con mucho esfuerzo y dedicación”, expresó Paula Díaz, estudiante de último año de Medicina Veterinaria e integrante del programa.
Más allá del acto solidario, la iniciativa también invita a reflexionar sobre la importancia de proteger a las abejas, una especie fundamental para el equilibrio de los ecosistemas. Las abejas no solo producen miel, sino que polinizan más del 70% de los cultivos que consumimos. Sin ellas, la biodiversidad y la seguridad alimentaria estarían gravemente amenazadas. Sin embargo, factores como el uso indiscriminado de pesticidas, la pérdida de hábitats y el cambio climático están reduciendo peligrosamente sus poblaciones.
Con esta entrega, la UNRC no solo alimenta a quienes más lo necesitan, sino que también educa y crea conciencia. Porque cada cucharada de miel lleva consigo un mensaje claro: cuidar a las abejas es cuidar la vida.