La ceremonia reunió a graduados, autoridades, docentes y familias en el Aula Mayor, y marcó el cierre académico de 2025 en la Universidad Nacional de Río Cuarto.

La Universidad Nacional de Río Cuarto celebró este viernes la 315ª colación de grado y posgrado, la última del año. En el Aula Mayor recibieron sus diplomas 73 nuevos profesionales de las cinco facultades: 22 de Agronomía y Veterinaria, 5 de Ciencias Económicas, 9 de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales, 27 de Ciencias Humanas y 10 de Ingeniería. La ceremonia contó con la participación del ensamble universitario.

En representación de los graduados habló Federica Gualtieri, profesora en Historia, quien repasó su trayectoria iniciada en 2020 y destacó los años de estudio atravesados por movilizaciones, radios abiertas y discusiones junto a docentes, estudiantes y trabajadores. Señaló que su generación “transitó entre aulas y calles la lucha” y llamó a defender derechos y a sostener el presupuesto para la universidad pública y los organismos de investigación. También agradeció a su familia y subrayó que es “hija de una familia trabajadora y profesional gracias a la universidad pública”.

La rectora Marisa Rovera felicitó a los nuevos graduados y remarcó que la obtención del título se logró “en un período donde el ecosistema universitario y científico enfrenta desafíos de gran magnitud”. Señaló que los estudiantes completaron su formación en un contexto de incertidumbre presupuestaria y de salarios deteriorados, y destacó la capacidad de sostener la excelencia académica aun con recursos limitados.

Rovera afirmó que el conocimiento adquirido en la universidad es “una inversión vital y estratégica para el país” y valoró el esfuerzo personal y el acompañamiento familiar. Sostuvo que los ya profesionales “llevan una brújula interior” que combina competencias técnicas y compromiso ético, y los instó a aplicar la formación recibida para mejorar su entorno, innovar y aportar soluciones a los problemas sociales.

La rectora también convocó a los egresados a mantener el vínculo con la institución como mentores y colaboradores, y remarcó que sus trayectorias futuras serán parte del aporte social de la universidad pública. Finalmente, cerró el acto reafirmando la “defensa activa” de la educación superior como condición para garantizar calidad, inclusión y nuevas oportunidades en un mundo en transformación.

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