Este viernes se llevó a cabo la 290ª colación de la Universidad Nacional de Río Cuarto. Recibieron diplomas 126 graduados de las cinco facultades: 31 de Agronomía y Veterinaria, 14 de Ciencias Económicas, 17 de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales, 50 de Ciencias Humanas y 14 de Ingeniería.

Por las autoridades hizo uso de la palabra el rector de la UNRC, Roberto Rovere. Por los graduados habló el ingeniero agrónomo Juan Tobares en la ceremonia matinal y la ingeniera química Ana Lucía Zachetti  por la tarde.

El acto matutino correspondió a Agronomía y Veterinaria, Ciencias Económicas y Ciencias Exactas. Fue presidido por el rector, junto a quien compartieron el estrado el vicerrector, Jorge González, la subsecretaria académica Marita Cortese, las decanas Carmen Cholaky, de Agronomía y Veterinaria, y Marisa Rovera, de Ciencias Exactas, y Jorge Miguel, secretario general de Ciencias Económicas.

En el vespertino se entregaron diplomas a graduados de Ciencias Humanas y de Ingeniería. Este acto también fue presidido por Roberto Rovere, quien estuvo acompañado por el vicerrector Jorge González, la subsecretaría Académica de la Universidad Gabriela García, el decano de la Facultad de Ciencias Humanas Fabio Dandrea  y el decano de la Facultad de Ingeniería Julián Durigutti.  

Como sucede desde su implementación, hubo entre los 126 profesionales quienes se recibieron a través de Potenciar la Graduación, programa de Secretaría Académica iniciado en 2016 que se vehiculiza desde las facultades y se destina a estudiantes que hayan dejado sus carreras a falta de 30 por ciento o menos del plan de estudios.

Voz de los graduados

El ingeniero Tobares felicitó a sus pares graduados por llegar a la conclusión de la carrera, lo que tiene un “significado muy especial”, por cuanto “resume un camino con alegrías y tristezas, trabajo, esfuerzo y dedicación” así como “ganas de superarse pese a los obstáculos”.

Consideró que “debemos estar orgullosos por ser graduados de nuestra querida Universidad Nacional de Río Cuarto” y que es necesario mirar en retrospectiva y darse cuenta de que el logro no es individual, toda vez que se construyó a partir de “muchos que forjaron los escalones para que pudiéramos llegar a la meta”.

Citó a “familias, que nos ayudan a crecer y superarnos”, profesores que “se brindan con el mayor conocimiento y compromiso” y a “amigos y compañeros” que han estado a la par a fin de los hoy profesionales enfrentaran  “cada desafío”.

Las “inmensas gracias” alcanzaron también a la “maravillosa universidad que nos abrió sus puertas”, que ha sido un lugar de “educación, formación”, que posibilitó “aprender a aprender” y preparó para “transmitir el conocimiento” por medio del “desarrollo profesional”.

Además, Tobares tributó gratitud “a la educación pública y gratuita”, que “construimos entre todos” y que ha de motivar tanto su defensa década tras década y un ejercicio profesional “con compromiso social y honradez”.

Tanto a la mañana como a la tarde  el vicerrector Jorge González les tomó a los profesionales el juramento por el que se comprometieron a defender la vida, los derechos humanos, el medioambiente, a trabajar para mejorar la vida de las personas, a respetar la Constitución Nacional, a contribuir desde sus lugares a una sociedad más justa e igualitaria así como a defender y sostener la educación pública y gratuita.

En ambos actos antes de la entrega de diplomas hubo un aporte artístico a cargo de Laureano Carranza Guiñazú, integrante del taller de Piano y Música de Cámara que brinda la Secretaría de Extensión de la UNRC. El músico tuvo a su cargo también la interpretación del Himno Nacional Argentino en las ceremonias de la colación 290º de la Universidad.

Un salto hacia el futuro

La ingeniera química Ana Lucía Zachetti dijo: “Estamos reunidos para celebrar un momento muy especial para nuestras vidas, un momento que quedará guardado en cada uno de nuestros corazones, estamos reunidos para compartir la satisfacción  de dar por finalizada una etapa tan importante en nuestras vidas”.

“Hoy estamos dando un salto hacia el futuro felices de saber algo más sobre quiénes somos, qué vamos a hacer y qué tenemos para ofrecerle al mundo. Es una inmensa responsabilidad pero también un honor para quienes nos hemos preparado durante todos estos años”.

Agregó: “Mi paso por la Universidad me enriqueció en los profesional tanto como en lo personal donde aprendí que todo lo bueno empieza por una sonrisa y por ser positivo, estas dos actitudes abren mil puertas. Y hoy hablo por cada uno de los ojos vibrantes y orgullosos que me miran, por mi familia, los docentes, los amigos y los graduados”.

“Aprendí a valorar las diferencias, a ver y entender más allá de lo que creía saber, a nutrirte de la experiencia de los demás  y fortalecerme, aprendí que desde la diversidad se construye el conocimiento y de lo vivido se forjan las amistades y con ello los recuerdos”.

Expresó: “Quiero darle las gracias a  la universidad pública y gratuita que nos permitió perseguir el sueño de ser profesionales, por habernos equipados con las mejores herramientas para nuestro futuro, que nos ha enseñado el valor de la excelencia, del respeto por los colegas y la capacidad de trabajar juntos para llegar más lejos”.

Por otro lado en referencia directa a los graduados añadió: “Sientan pasión por su trabajo, pongan el corazón, el alma y toda su energía en cada cosa que hagan, sean persistentes a pesar de las dificultades, nunca se rindan, no busquen el camino fácil, sino metas ambiciosas que les exijan dar lo mejor de ustedes, trabajen en lugares que les permitan crecer y sentirse cómodos y lleven de por vida un compromiso con la calidad y la excelencia”.

Educación al servicio social

El rector habló en ambas ceremonias. Destacó la trascendencia de una colación, acto que “reafirma el sentido de nuestra institución y constituye una instancia de esperanzas que se renuevan al cumplir con una de las mayores expectativas sociales”.

Rovere consideró que “en esta instancia, no podemos dejar de valorar el apoyo incondicional de familiares que creen y apuestan a la educación pública, confiándonos lo más preciado de sus vidas. A los amigos, involucrados en este proceso de formación, acompañantes incansables, a veces silenciosos y espontáneos, pero que constituyen también verdaderos nutrientes de afecto y entrega, que los sostienen y contienen en las vicisitudes y matices que implica la vida universitaria. Sin embargo, muchos de quienes hoy reconocemos como graduados han podido construir desde la diversidad y la adversidad de sus condiciones y hacer prevalecer su interés en la formación universitaria, posiblemente algunos de ellos condicionados por situaciones socio-económicas difíciles, otros por cuestiones familiares cuando no pueden responder a las exigencias académicas, se ven obligados a dejar temporalmente sus estudios para poder sostener a sus familias”.

“El diploma que hoy acreditan –dijo a los graduados- les recuerda que tienen la obligación de devolver con sentido solidario, aunque sea en parte, el esfuerzo que el país realizó para formarlos profesionalmente. Piensen que frente a otros sectores de la sociedad han adquirido capacidades para poder encontrar soluciones viables a los complejos problemas que afronta nuestro país”. Añadió

Rovere a los nuevos profesionales que “el juramento que acaban de realizar, expresado con tanto sentimiento, nos hace conscientes de la imposibilidad de construir una sociedad más justa y emancipada si no recreamos nuestras competencias como universitarios en la renovación permanente de las instituciones educativas, con la convicción de que constituyen uno de los pilares fundamentales para el desarrollo social. La educación superior que han recibido debe reforzar su voluntad de servicio a la comunidad, con prácticas encaminadas a erradicar la pobreza, la intolerancia, la violencia, el analfabetismo y la exclusión, y a detener el irracional deterioro del ambiente”.

Particularmente, hizo hincapié en el compromiso de “defender y sostener la educación pública y gratuita como un derecho irrenunciable, orientado a garantizar una ciudadanía plena en el marco de una democracia social”.
En este marco, el rector de la UNRC consignó que “la educación superior es un derecho universal que presenta una doble titularidad: individual y colectiva. Como derecho individual, exige generar condiciones para que todos los jóvenes puedan acceder a estudios superiores, aprender, socializarse plenamente y graduarse y como derecho colectivo, exige garantizar que los resultados de la actividad de formación, de investigación, de extensión y de promoción de la cultura que llevamos adelante en el ámbito de las universidades alcancen y beneficien al conjunto de la población. Porque de esta manera, la universidad contribuye a la consolidación de la identidad nacional, a la formación ética y ciudadana, a la solidaridad, a la cultura de la paz, al ejercicio pleno de los derechos humanos y al desarrollo humano sustentable, contribuyendo en definitiva de manera significativa a la formación de ciudadanos críticos y comprometidos socialmente”.

“Consideramos asimismo –siguió- que el conocimiento y el saber no pueden convertirse en una fuente de discriminaciones y por eso, esta Universidad se ha abierto a todas las edades, sin distinción; a todos los sectores sociales; a quienes ya pasaron por ella y necesitan volver, y también a los que nunca pudieron ingresar y quieren hacerlo. En definitiva, a todos los que acrediten deseos de seguir progresando.  

Más adelante, Rovere citó al educador, escritor y filósofo venezolano Simón Rodríguez (1768 – 1854): “Se ha de educar a todo el mundo sin distinción de razas ni colores. No nos alucinemos: sin educación popular, no habrá verdadera sociedad. Instruir no es educar.  Enseñen y tendrán quien sepa, eduquen y tendrán quien haga. Al que no sabe, cualquiera lo engaña. Al que no tiene, cualquiera lo compra”.

Tras rotular al individualismo como “perverso y negativo”, el rector planteó a los flamantes 126 profesionales de la UNRC que “no pueden ser meros espectadores de lo que sucede en nuestro país, deben ser protagonistas fundamentales del progreso social, económico y cultural de nuestra Nación, deben creer en ustedes mismos, en sus raíces, en el conocimiento que han acumulado y que es posible transformar las cosas.  Deben crear, a través de lo aprendido, las condiciones para la generación de ideas, las ansias de progresar y mejorar cada día, en el convencimiento que se puede lograr un futuro mejor”. 

Finalmente, deseó paz y prosperidad para todos en las fiestas navideñas y de fin de año, y manifestó gratitud a quienes este viernes se recibieron y a sus familias por confiar en la UNRC.

Reviví la colación

Fuente: Prensa UNRC

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