Este viernes se llevó a cabo en el aula mayor José Alfredo Duarte la 289ª colación de la Universidad Nacional de Río Cuarto. Recibieron sus diplomas 86 graduados de distintas carreras de grado y posgrado de la casa de estudios local.
Por las autoridades habló el vicerrector, Jorge González; por los nuevos profesionales, Emiliano Acquarone y Giuliano Martella.
El acto matutino fue presidido por el rector, Roberto Rovere. Lo flanquearon en el estrado el vicerrector, Jorge González; el secretario académico de la UNRC, Sergio González; la decana de Agronomía y Veterinaria, Carmen Cholaky; su par de Ciencias Humanas, Fabio Dandrea, y el vicedecano de Ingeniería, Martín Kunusch Micone.
Por la tarde, junto al rector y el vicerrector estuvieron Gabriela García, subsecretaria académica de la UNRC; Daniela Concetti, secretaria académica de Ciencias Económicas; Marisa Rovera, decana de
Ciencias Exactas, y Cristian Santos, vicedecano de Ciencias Humanas.
El aporte artístico estuvo a cargo del Ensamble de Música popular Argentina y Latinoamericana, de Secretaría de Extensión.
Como sucede desde su implementación, hubo entre los 86 profesionales quienes se recibieron a través de Potenciar la Graduación, programa de Secretaría Académica iniciado en 2016 que se concreta a través de cada una de las facultades y se destina a estudiantes que por distintas causas habían dejado sus carreras a falta de 30 por ciento o menos del plan de estudios.
Dedicación y huellas
El reciente ingeniero agrónomo Emiliano Acquarone compartió el nerviosismo que sintió al enterarse de que habría de pronunciar el discurso en nombre de los profesionales, que lo remontó a lo que vivió
previo a un examen “por más preparado que estuviera”. Sorteó la inquietud y la ansiedad que lo acompañaron decenas de veces a lo largo del cursado y “gracias al esfuerzo” consiguió gozar de la “honra de recibir un diploma”.
En este marco, felicitó a todos quienes se gradúan fruto de “constancia y dedicación” con el apoyo de “las queridas familias”, que en el aula mayor y a la distancia se han emocionado junto a sus “hijos, nietos o sobrinos”. Su tributo también fue extensivo a la Universidad “por equiparnos con las herramientas para el futuro profesional”, por inculcar la búsqueda de “la excelencia” y otros valores en distintas iniciativas. Reconoció “a todo el personal académico, muy especialmente a los docentes, quienes nos han acompañado” e instado al “respeto por los compañeros” y a “trabajar juntos” para la consecución de metas.
Acquarone aseguró que la educación “es fundamental” para la construcción de valores y de “seres integrales” que sean capaces de reconocer su rol en la sociedad. Consciente del relieve educativo,
llamó a “seguir en contacto con la universidad”, sea por la formación en el posgrado o mediante el respaldo mutuo para diversos emprendimientos.
Subrayó que en lo personal la UNRC “representa más que una institución; es el lugar donde mis padres se conocieron al estudiar su carrera de ingenieros agrónomos”. A ellos y a su hermano les testimonió su gratitud por “su amor incondicional” y por guiarlo.
El licenciado en Geología Giuliano Martella puso de relieve «las expectativas y los sueños» con los que «muchos ingresamos» y se vieron coronadas con la graduación. Alcanzar la meta conllevó «superar
obstáculos», aplicarse con esfuerzo y así sentir la «alegría» por «el progreso y la victoria».
El joven aseveró que la Universidad Nacional de Río Cuarto le posibilitó «desarrollar una trayectoria académica» en donde se formó «como profesional y como estudiante», rol en el cual disfrutó de
«buenos compañeros y grandes docentes» que le transmitieron valores.
Rememoró Martella que los últimos tramos de las carreras de quienes hoy portan sus títulos estuvieron signados por «la pandemia», que «reconfiguró modos de hacer» y entrañó «nuevos desafíos». El mañana,
en tanto, los aguarda y espera que ejerzan como «profesionales flexibles, empáticos, honestos» que destaquen por su condición de «buenas personas».
Otro momento de su discurso fue dedicado a «las familias, que con esfuerzo» hicieron factible concretar la graduación. También reconoció la importancia de «la universidad pública», en especial en tiempos en
que la esteechez económica demanda «esfuerzos cada vez más grandes».
De ahí el deber de «devolver a la sociedad desde nuestra formación en el marco de la universidad pública y gratuita». Por ende, Martella pidió a cada par graduado «dejar una huella en la comunidad».
Tras las palabras de los nuevos profesionales, en ambas ceremonias el rector Rovere les tomó el juramento por medio del cual se comprometieron a defender la vida, los derechos humanos, el
medioambiente, a trabajar para mejorar la vida de las personas, a respetar la Constitución Nacional, a contribuir desde sus lugares a una sociedad más justa e igualitaria así como a defender y sostener la
educación pública y gratuita.
Crecimiento colectivo
En su alocución, el vicerrector hizo hincapié en el juramento de los profesionales y señaló que “la universidad forma convencida nuevos egresados como fin fundamental, impartiendo saberes, que compartidos con otros conocimientos adquiridos culturalmente constituyen una amalgama fundamental para el cimiento de una sociedad”.
“Este contexto especial de saberes –apuntó Jorge González- debe necesariamente llevarnos a coexistir con el otro en la defensa de la vida, en empoderar los derechos humanos, con un profundo y activo
posicionamiento en respetar las diferencias políticas, religiosas y culturales. Nos da un estilo de vida que seguramente podemos llevar y compartir con aquellos, que no habiendo formado parte de la
universidad, ciertamente también son acreedores del mismo”.
Recordó que el juramento dice “respetando la condición de los seres humano”, así como sus “elecciones”, sus “creencias, formas de vida y principios ideológicos” y también comporta el compromiso de defender
“la educación pública y gratuita”, que a pesar de su valía, no existe en gran parte del mundo.
A renglón seguido, el vicerrector se preguntó “si esto que menciona el juramento no constituye el hecho más relevante de Justicia Social”. En consonancia, interrogó: “¿Cuántos egresados, de los 26 mil aproximadamente de nuestra universidad, podrían haber accedido si no fuera por la gratuidad, de una universidad no arancelada?”.
Reseñó que “la sociedad argentina venía generando las condiciones desde 1918, con la Reforma Universitaria, profundiza con la gratuidad de 1949, durante el gobierno de Juan Domingo Perón, con la creación de universidades en la década del ‘70, entre ella la UNRC, con la normalización del sistema universitario en la apertura democrática de Raúl Alfonsín, con las universidades del 90, con las nuevas
universidades del Bicentenario”.
Asimismo, el profesor González recordó que “en el marco de la Segunda Conferencia Regional de Educación Superior de Cartagena en 2008 se sostiene que ‘los desafíos y retos que debemos enfrentar son de tal magnitud que, de no ser atendidos con oportunidad y eficacia, ahondarán las diferencias, desigualdades y contradicciones que hoy impiden el crecimiento de América Latina y el Caribe con equidad, justicia, sustentabilidad y democracia para la mayoría de los países que la conforman”. Destacó que esta Conferencia “señala que, si bien se ha avanzado hacia una sociedad que busca cambios y referentes democráticos y sustentables, aún faltan transformaciones profundas en los ejes que dinamizarán el desarrollo de la región, entre los cuales uno de los más importantes es la educación y en particular la educación superior”. Planteó que su carácter de “bien público” se reafirma “en la medida que el acceso a ella sea un derecho real de todos los ciudadanos y ciudadanas”.
Apuntó que “la educación superior como bien público social se enfrenta a corrientes que promueven su mercantilización y privatización, así como a la reducción del apoyo y financiamiento del Estado. Podríamos decir que hemos logrado la posibilidad, con todos los avances mencionados, de crear las condiciones del acceso real de todos los ciudadanos y ciudadanas a la posibilidad de la educación superior”.
El vicerrector recalcó que su estatuto establece que “la Universidad Nacional de Rio Cuarto se caracteriza por ser un bien social, que debe contribuir a la definición y a la resolución de problemas sociales de
los grupos o sectores más vulnerables, al desarrollo económico nacional, a la preservación del medio ambiente y a la creación de una cultura y una conciencia nacional y solidaria”. Por ello, dijo a los
86 flamantes profesionales que “el conocimiento adquirido los pone como un eslabón fundamental en la larga cadena de la búsqueda del bienestar” y los instó a aplicar sus saberes en pos de “materializar
logros sociales”, conscientes de que sus logros plasmados en el diploma no han sido individuales sino merced a esfuerzos colectivos.
Hacia el final, González sostuvo que en el libro de festejos de los 45 años de la UNRC, Ana Vogliotti, “una de las coordinadoras del mismo y secretaria Académica de la Universidad, sostiene: ‘No creemos en los
proyectos sin historia, porque al negarla se corre riesgo de reproducirla y presentar como nuevas cosas viejas, y porque se desconocen a los sujetos, deshumanizando la institución, cosificando a las personas y paralizando el movimiento’.
Tras agradecer a las familias y manifestar a los graduados que la Universidad se siente halagada por ustedes, el vicerrector compartió que “el presente es el futuro, sin presente no hay futuro”.