“Un respiro necesario en medio de la crisis salarial y el desafío de la calidad educativa”, indicaron desde la casa de altos estudios respecto a la Ley aprobada por el Congreso.

La Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) celebró la reciente aprobación de la Ley de Financiamiento Universitario, considerando que “es un paso fundamental para recomponer el presupuesto de las universidades públicas nacionales y garantizar su autonomía financiera”.

“Esta ley no solo responde a la urgencia de corregir el deterioro salarial de docentes y nodocentes, sino que también abre el camino para sostener y fortalecer la educación pública como motor del desarrollo social y económico, expresa el comunicado de la casa de altos estudios local.

Por otro lado, señalaron: “La aprobación de esta ley refuerza un aspecto clave de la autonomía universitaria, asegurando que las universidades puedan decidir cómo gestionar sus recursos, ajustando sus presupuestos en función de la inflación. En la UNRC, esto nos permitirá continuar fortaleciendo nuestras áreas estratégicas para que la universidad siga siendo un pilar fundamental para el desarrollo territorial, potenciando la enseñanza, la ciencia y la tecnología, los proyectos de extensión que nos vinculan con la comunidad y el bienestar estudiantil”.

En ese sentido, recordaron que la situación actual de las universidades públicas en Argentina “es crítica, marcada por una fuerte pérdida de poder adquisitivo entre los trabajadores docentes y nodocentes” y recordaron que más del 85% de los docentes y 60% de los nodocentes de las universidades nacionales se encuentran por debajo de la línea de pobreza.

“La Ley de Financiamiento Universitario, con un costo estimado de 0,14% del PBI, se presenta como una medida urgente para revertir la precarización del sistema y asegurar que las universidades puedan continuar cumpliendo su rol en la sociedad”, marcaron.

Finalmente, el comunicado remarca: “La aprobación de la Ley de Financiamiento Universitario es un paso en la dirección correcta. El desafío ahora, es bregar por el sostenimiento de un financiamiento previsible y suficiente para que las universidades sigan siendo un vector de transformación social”.

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