Científicos de la UNRC analizarán muestras de Bio4 y la casa de estudios recibirá $3,5 millones para solventar los gastos que implican la carga de helio del equipo de Resonancia Magnética Nuclear que se utilizará para dicho servicio.

Este viernes la Universidad Nacional de Río Cuarto firmó un convenio con Bio4 (Bioetanol Río Cuarto SA) para la provisión, mediante el empleo de Resonancia Magnética Nuclear (RMN), de servicios andados por la empresa vinculados con la caracterización e identificación de muestras simples y complejas.

Como contraparte, Bio4 aportará 3.528.000 pesos para solventar los gastos derivados de la carga del gas helio para el funcionamiento del equipo de RMN. El plazo contractual es de un año. Y los fondos ingresarán a la Tesorería de la UNRC.

Por la Universidad, la coordinadora es la secretaria de Ciencia y Técnica, Marta Dardanelli y el ejecutor es Darío Falcone, docente investigador del Departamento de Química de la Facultad de Ciencias Exactas, Físico, Químicas y Naturales y director del Instituto de doble dependencia UNRC-CONICET de Desarrollo Agroindustrial y de la Salud (IDAS).

La firma de este protocolo de trabajo estuvo a cargo de la rectora dela UNRC, Marisa Rovera, y el gerente general de Bioetanol Rio Cuarto SA, Tomás Beamonte, en el marco de un encuentro que se concretó en el despacho rectoral y del cual participaron, además, la decana de la Facultad de Ciencias Exactas, Marcela Daniele, el electo decano de esa unidad académica y actual subsecretario de Extensión y Desarrollo del Rectorado, Germán Barros; el doctor Darío Falcone; y Manuel Ron, presidente de la Agencia Córdoba Innovar y Emprender.

Bioetanol Río Cuarto SA es una empresa agroindustrial formada por 28 socios agropecuarios, centrada en la transformación de granos de maíz en bioetanol y alcohol como insumo para otras industrias.

La rectora de la UNRC, Marisa Rovera, dio que “es importante haber podido materializar este convenio con Bioetanol Río Cuarto. Universidad-empresa, un ejemplo de articulación público-privado. Dentro de las políticas públicas también es importante apuntalar y estar a disposición para promover el desarrollo social y productivo. En este caso, tiene que ver con la prestación de servicios, que la Universidad y los institutos de doble dependencia vienen desarrollando; se pone al servicio de la empresa, que a la vez aporta para insumos, reparaciones; el beneficio es mutuo. La Universidad cuenta con equipamiento de gran porte y eso requiere de mantenimiento, de grandes inversiones”.

“El fortalecimiento del sistema científico y tecnológico, la generación de conocimientos, la transferencia de esos conocimientos está dentro de las responsabilidades del Estado. No se discute lo que es la universidad pública y los conocimientos que genera, son instituciones del sistema público nacional. Pero, eso no quita que no debamos interaccionar y cumplir con la misión de poner al servicio de toda la comunidad las capacidades que la Universidad tiene”, agregó la rectora.

Vinculación público-privado

Sobre este convenio, Tomás Beamonte, gerente general de Bioetanol Rio Cuarto SA, señaló: “Tenemos interacciones muy importantes con la Universidad. Nos permite trabajar en las líneas de nuestra operación, en relación con la transformación de materia prima en origen, que es el propósito de nuestras actividades en Bio4, como también acciones vinculadas con la investigación y el desarrollo, en búsqueda de eficientizar nuestras operaciones o de poder cubrir nuevas necesidades con los atributos que hoy la sociedad necesita, competitividad, huella de carbono, estabilidad, seguridad; y toda esta infraestructura técnica, estos servicios de calidad van a permitir acompañar investigaciones, análisis que nosotros necesitamos ir haciendo para desarrollar los negocios”.

“Tenemos la industria del bioetanol, como una de las actividades principales, ahí tenemos un campo muy grande de innovación y desarrollo; pero también lo tenemos en biogas, biometano. Y vemos un potencias de desarrollo muy importante”, agregó el empresario.

Por su parte, Manuel Ron, presidente de la Agencia Córdoba Innovar y Emprender de Córdoba, consdieró que “este convenio es parte de la articulación público-privada que siempre fomentamos desde la Agencia. Tratamos que haya más conexión con lo que se lleva adelante en términos de industria y generación de empleo. Muchos de quienes trabajan son egresados universitarios. Hay muchas posibilidades de seguir incrementando la ciencia y la tecnología que se genera en las casas de estudios, como la UNRC, y las empresas que llevan adelante la producción y la transformación de materias primas, y el agregado de valor”.

Mantenimineto de los quipos de Resonancia Magnética Nuclear

En abril último, desde el IDAS se planteó la necesidad de evitar el deterioro del equipamiento que se utiliza en docencia de grado avanzado, postgrado e investigación y desarrollo.  Los dispositivos de RMN poseen un potente electroimán que requiere ser enfriado continuamente con líquidos criogénicos. Para su funcionamiento se precisa de helio líquido a -269 °C y nitrógeno líquido a -196 °C, para mantener a baja temperatura la bobina que genera el magnetismo. Estos líquidos deben ser recargados periódicamente debido a pérdidas naturales por evaporación. En el caso del nitrógeno, es necesario reponerlo semanalmente para evitar la evaporación del helio y el calentamiento del imán. El helio se adquiere en el exterior, ya que no es producido en Argentina. Usualmente cada equipo requiere unos 120-200 litros/año del helio, suministrados en 2 o 3 cargas anuales, con un costo aproximado de U$S 60/litro, más el valor de acarreo. El abastecimiento del equipo con este insumo debe realizarse cuando tiene la mitad de la capacidad de almacenamiento. Al quedar el helio líquido por debajo del nivel mínimo requerido en los imanes superconductores, se puede producir un daño irreparable del equipo. Las características de estos electroimanes, semejantes a los utilizados en medicina, requiere que este equipamiento está en funcionamiento permanente -24 horas al día, 365 días al año-, no se pueden encender cuando se necesita y luego apagar cuando no son utilizados. Los costos de mantenimiento equivalen a menos del 2 por ciento del valor de los equipos para mantenerlos funcionando y evitar daños irreparables.

La UNRC es una de las pocas instituciones académicas y científicas nacionales que cuentan con espectrómetros de resonancia magnética nuclear (RMN). Estos equipos, de alto costo y complejidad, se usan para el desarrollo de estudios biológicos, químicos y de materiales, y para docencia de grado avanzado, postgrado, investigación, desarrollo y servicios al medio socio-productivo.

La técnica RMN permite asignar, caracterizar y confirmar estructuras moleculares de sustancias puras y/o mezclas simples. También, realizar estudios de moléculas más complejas como proteínas, ácidos nucleicos; estudiar procesos dinámicos, reacciones químicas; y caracterizar materiales sólidos, ya sean de fase cristalina y/o amorfa. Sus numerosas aplicaciones abarcan desde la síntesis de nuevas estructuras hasta la certificación estructural, cuantificación e identificación de impurezas en la industria farmacéutica.

Un dispositivo de prestaciones medias tiene un valor aproximado de medio millón de dólares y requiere de personal altamente calificado para su uso. El sistema científico y tecnológico de la Argentina cuenta con alrededor de 27 equipos de RMN con diferentes prestaciones.

Hace algo más de dos meses, se hizo público desde el Instituto de doble dependencia UNRC-CONICET de Desarrollo Agroindustrial y de la Salud el pedido realizado al Gobierno nacional relacionado con el mantenimiento de esta tecnología de avanzada. Entonces, se indicó: “Dada la situación financiera actual de las universidades nacionales y de los institutos de CONICET, no hay posibilidad de que se puedan realizar las próximas cargas de helio con los presupuestos asignados. Esto conlleva a que sea imposible con los recursos actuales prevenir los daños irreparables en los equipos, los cuales son patrimonio nacional.

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