La Convención Nacional del radicalismo sancionó a cuatro legisladores, entre ellos el cordobés Luis Picat, por su apoyo al veto presidencial a la ley de movilidad jubilatoria. El caso será tratado por el Tribunal de Ética, que podría decretar su expulsión definitiva del partido.
La Convención Nacional de la Unión Cívica Radical (UCR), encabezada por Gastón Manes, decidió suspender preventivamente la afiliación de cuatro diputados que, tras reunirse con el presidente Javier Milei en la Casa Rosada, votaron a favor del veto a la ley de movilidad jubilatoria. Los legisladores sancionados son Mariano Campero (Tucumán), Martín Arjol (Misiones), Luis Picat (Córdoba) y Pablo Cervi (Neuquén). Sus casos fueron elevados al Tribunal Nacional de Ética del partido, que analizará posibles sanciones definitivas, incluyendo la expulsión.
El quinto diputado involucrado, José Tournier (Corrientes), no fue alcanzado por la medida ya que no se encuentra afiliado al partido. La sanción fue dictada bajo el artículo 53 de la carta orgánica de la UCR, que habilita la suspensión de afiliados cuyas acciones afecten la dignidad del partido. Según la resolución emitida por la mesa de la Convención, los diputados cometieron una «grave inconducta partidaria» al cambiar su voto y apoyar el veto presidencial, contrariando la posición que previamente habían sostenido.
Resolución de la Mesa Directiva de la Honorable Convención Nacional de la UCR ante las Conductas de Diputados Nacionales pic.twitter.com/miCAotBFJV
— Convención Nacional UCR (@ConvencionUCR) September 16, 2024
Esta decisión agrava la crisis interna en la UCR, que muestra fisuras tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado. En un intento por contener la situación, la Convención instó a los líderes partidarios, los jefes de bloques legislativos y a los gobernadores a conformar una mesa de diálogo que evite la repetición de episodios similares en el futuro.
El caso de Luis Picat en Córdoba
Particularmente en Córdoba, la suspensión del diputado Luis Picat ha causado gran revuelo. Picat, exintendente de Jesús María y una de las figuras emergentes del radicalismo cordobés, se ha visto envuelto en críticas desde sectores internos del partido que lo acusan de traicionar los principios que impulsaron la propia ley vetada.
