Así lo de dictó la Cámara del Crimen, estableciendo condiciones que cercenan la libertad de información y prohíben el correcto desarrollo de la labor periodística alrededor de un caso paradigmático. El CISPREN se reunió con las autoridades para intentar revertir esta situación, pero la decisión del juzgado es inamovible.
A pocos días del juicio que buscará echar luz sobre el asesinato de Nora Dalmasso tras quince años, los trabajadores de la prensa se encontraron con una inusual medida judicial que les impedirá ingresar a la sala de audiencia y registrar las testimoniales del caso, aduciendo medidas que buscan proteger la integridad del proceso.
Pese a los intentos de la comunidad periodística, la decisión del juzgado es «inamovible» y el juicio del día lunes estará caracterizado por un intento de hermetismo que solo agrega más preguntas al paso de un proceso de investigación plagado de ellas.
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El aviso llegó en horas del mediodía del jueves, cuando la Cámara en lo Criminal y Correccional de Primera Nominación de la ciudad de Río Cuarto, a través del Auto N° 50, dispuso una serie de condiciones que atentan contra el correcto desempeño de la labor periodística y buscan cercenar el libre acceso a la información.
Entre estos limitantes se destacan que «sólo se permitirá el registro audiovisual» en casos puntuales, como la apertura del debate, con inclusión de la lectura de la acusación y de la presentación del caso por las partes al Tribunal, la discusión final, alegatos de las partes y lectura de la sentencia.
Como se dijo antes, «no podrá tomarse registro audiovisual de los testimonios o demás prueba que se produzca en el debate», decisión que fue tomada para «resguardar los fines del proceso y la indemnidad de los testigos», argumentaron desde la Cámara.
Uno de los impedimentos más llamativos tiene que ver con el ingreso a la sala de audiencia con teléfono celular, debido a que estos dispositivos permiten el registro de imágenes y sonidos. Claramente, la Justicia pretende hacer retroceder al periodismo a la edad de piedra o la prioridad -incluso desde antes que comience el juicio- es proteger al juzgado por este caso, el viudo Marcelo Macarrón.
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Reunión con el CISPREN
Desde el Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba (CISPREN) rápidamente emitieron un comunicado expresando su preocupación por este accionar judicial, al que calificaron de “inaceptable”. Por esa razón, durante la mañana de hoy mantuvieron una audiencia con el juez Daniel Vaudagna.
Tras varios minutos de reunión, las autoridades del CISPREN comunicaron que la medida del juzgado era “inamovible“ y que se mantenían las condiciones impuestas. Además, realizaron un recorrido por el auditorio de prensa en el cual se colocó un televisor que transmitirá el juicio en vivo para las decenas de medios nacionales que se harán presentes en el lugar.
El hecho continúa generando indignación en la comunidad periodística de la ciudad, especialmente porque se percibe un trato excepcional para quienes participarán del juicio tras quince años de una investigación plagada de dudas y oscuridad. El juicio más importante de las últimas décadas en la ciudad se ve manchado por el impedimento del trabajo genuino de quienes buscan llevar la verdad de los hechos a toda la comunidad.