El estudio realizado por Ag Barometer Austral muestra que la mayoría de los productores postergan compras de maquinaria y mantendrán granos sin vender hasta conocer resultados electorales.

La confianza del productor agropecuario argentino registró un fuerte retroceso durante los primeros ocho meses de 2025, según el último informe del Ag Barometer Austral, elaborado por el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral. El índice general cayó un 15% desde noviembre de 2024, cuando había alcanzado los 149 puntos.

El dato más preocupante se observa en las expectativas de inversión, que se desplomaron un 59%, pasando de 112 puntos en noviembre a 66 en julio. Esto indica que dos de cada tres productores consideran que no es un buen momento para invertir en maquinaria, instalaciones o ganadería, según explicó Carlos Steiger, director del estudio.

El relevamiento también refleja un comportamiento más conservador del sector: manejo prudente de stocks, baja adopción de tecnologías digitales y postergación de decisiones estratégicas. Actualmente, el 76% de los productores mantiene soja y maíz sin vender, y un 30% de este grupo conserva más del 50% sin precio. La mayoría planea usar estos granos para financiar la próxima campaña y cubrir costos de arrendamiento e insumos, mientras que solo el 29% espera una mejora en los precios internacionales.

Factores como las elecciones legislativas de octubre y la continuidad del plan económico nacional influyen en la toma de decisiones del sector. Aunque el anuncio del presidente Javier Milei sobre la baja permanente de retenciones en soja, maíz, trigo y carne generó expectativas positivas, no fue suficiente para reactivar las inversiones.

En cuanto a la proyección de siembra para la campaña 2025/26, el 44% de los productores modificará su esquema, con un aumento de maíz temprano y una disminución de soja, aprovechando la relación de precios y condiciones climáticas favorables: Maíz temprano: 28,4%; Soja de primera: 28,1%; Trigo/soja de segunda: 14,7%; Trigo: 10%; Maíz tardío: 7,9%; Girasol: 6,4% y otros cultivos: 2,9%.

Según Steiger, esta tendencia refleja la búsqueda de rentabilidad y eficiencia en la campaña agrícola, mientras los productores esperan mayor claridad sobre la política económica futura.

¡Viralizalo!